El Ministerio del Medio Ambiente, la Energía y el Mar de Francia ha adjudicado a la consultora Ernst & Young la realización de la auditoría contable a GLD Atlantique, sociedad participada mayoritariamente por la naviera LD Lines (Louis Dreyfuss Armateurs) que explotó la autopista del mar entre El Musel y el puerto francés de Montoir de Bretagne (cercano a Saint Nazaire y Nantes) entre septiembre de 2010 y septiembre de 2014. La naviera gala se benefició de subvenciones millonarias para la puesta en servicio de la linea marítima, otorgadas por España, Francia y la UE. El encargo de la auditoría para comprobar si las subvenciones cobradas por la naviera son las que tenía derecho a percibir, fue pactada por los gobiernos de ambos países.

El contrato con Ernst & Young se firmó el lunes de la semana pasada. La filial francesa de esta multinacional de servicios profesionales presentó la única oferta al concurso abierto por el gobierno francés a principios del pasado mes de mayo. El contrato asciende a 55.200 euros más IVA. La adjudicación se ha cerrado con retraso respecto a los plazos previstos inicialmente por el Ministerio francés, que inicialmente preveía que la auditoría comenzara a realizarse el pasado mes de junio, con un plazo de doce meses y la entrega de un informe preliminar a finales del verano para que pudiera ser tratado en la Comisión Intergubernamental de España y Francia sobre las autopistas del mar.

España y Francia aprobaron en 2009 un máximo de 30 millones de euros de subvención para el lanzamiento de la linea entre El Musel y Montoir de Bretagne, proyecto que también se benefició de otros 4 millones de euros del programa europeo Marco Polo. Las subvenciones se concedían para los cuatro primeros años de funcionamiento, con el compromiso del armador de mantener el servicio operativo al menos otros tres años más sin subvenciones. El acuerdo se modificó en 2010 con la introducción de una cláusula que permitía a LD Lines descolgarse al dejar de recibir subvenciones si el servicio no era rentable, cuestión que alegó la naviera en septiembre de 2014 para suspender la linea.

La auditoría contable encargada por el gobierno francés tendrá que determinar si el servicio era realmente inviable, como argumentó la naviera, o no. También tendrá que comprobar que todas las subvenciones cobradas por LD Lines se corresponden con las que tenía derecho a percibir la naviera. Los transbordadores que operaron en la linea transportaban tanto vehículos de mercancía como de pasajeros, mientras que las subvenciones se concedían sólo para las mercancías.

El encargo de la auditoría llega en un momento en el que Puertos del Estado trata de impulsar la reactivación de la linea marítima entre Gijón y Nantes por parte de la naviera española Balearia, uno de los principales operadores de ferris de España.