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Pablo de la Vallina Martínez de la Vega | Juez del Juzgado de primera instancia número 1 de Gijón

"El juez debe atenerse a la ley, y a veces la ley no coincide con lo que uno piensa"

"Es muy triste que a una madre como Juana Rivas la separen de sus hijos, pero hay una sentencia... ¿Por qué no dijo en el juicio lo que dice ahora?"

El juez Pablo de la Vallina. Ángel González

Tiene el alma dividida entre Oviedo y Gijón. Hijo del catedrático y político ovetense Juan Luis de la Vallina Velarde y de la gijonesa Pilar Martínez de la Vega, representa la imparcialidad, es decir el sentimiento puro por Asturias. Por mucho que le pinché, no hubo manera, acabó convenciéndome de su neutralidad, incluso llevada al terreno futbolístico. Es sencillo, cordial e inteligente.

- ¿Qué más es?

-Nací en Gijón (1969), tercero de seis hermanos. Soy tímido hasta que conozco a la gente. Sociable, trabajador y muy disciplinado, no queda otro remedio, la carga de trabajo es grande. Me considero alegre, tengo muchos conocidos y muchos amigos. Estoy casado con una gijonesa y somos padres de dos hijos.

- ¿De pequeño jugaba a ser el sheriff?

-No, me gustaba la bici, los juegos de mesa e ir a la playa de San Lorenzo.

- ¿Cómo fue su formación?

-Estudié el Bachiller en el colegio Los Robles, y Derecho en la Universidad de Oviedo; me gustó la carrera. Hice la mili en Noreña, en el acuartelamiento Cabo Noval y en la Comandancia Militar de Oviedo; creo que soy uno de los últimos de Filipinas. Luego hice oposiciones a judicatura y las aprobé en 1999. Después de hacer las prácticas, en 2001 tuve el primer destino en Tineo, y luego Mieres. Al ascender a magistrado me fui a Bilbao y en 2006 pedí plaza en Gijón, y aquí estoy, feliz.

- ¿Qué le pasa a la judicatura española, que está tan denostada?

-Es una labor muy difícil. La crisis ha hecho mucho daño a las familias y en ocasiones uno teme no acertar con las respuestas adecuadas. El problema afecta más a los altos cargos, y en la medida que los nombramientos suelen ser discrecionales, sin atender a los méritos, es normal que surjan discrepancias.

- ¿O sea, pagan justos por pecadores?

-Las respuestas suelen estar ajustadas a Derecho y la Justicia es de más calidad que lo que se opina en la calle. El juez no sólo tiene formación, sino que ha de aprobar unas oposiciones y hacer cursos de adiestramiento.

- ¿En su caso, quienes son los pecadores?

-Resolvemos litigios entre partes y hay una parte a la que no le damos la razón. En estos momentos está de moda el tema bancario y no todas las cláusulas de los contratos son discutibles. Pasamos del "está firmado" a disentir de las cláusulas y su contenido.

- ¿La moral, a veces, se da de morros con la justicia?

-Son dos conceptos distintos y que no siempre coinciden. Una cosa es la ley, que es igual para todos, y otra la moral, que puede variar de persona a persona.

- ¿No cree que hay leyes injustas?

-Desde el punto de vista del Estado de Derecho, no son injustas; pero desde la moral de cada uno, puede ser o no ser justa.

- ¿Siente lástima del condenado?

-En ocasiones, sí, pero la función del juez es atenerse a la ley, y a veces esa ley no coincide con lo que uno piensa. Los jueces también tenemos conciencia.

- O sea, que para impartir justicia hay que dejar el corazón en casa.

-Sí, por fuerza. Volvemos a lo mismo; la ley es igual para todos, y otra cosa es lo que el juez piense desde el punto de vista personal.

- Si ha vivido siempre en Oviedo, ¿por qué eligió Gijón como destino?

-Mi familia paterna es de Oviedo, pero la materna es de Gijón. Y por si esto fuera poco, me casé con una gijonesa. Estoy encantado aquí, es una ciudad bonita y cómoda.

- ¿Qué ha heredado de su padre?

-Valores como el esfuerzo, el trabajo y el cuidado de la familia. Mi padre falleció en 2010, hace siete años.

- Juan Luis de la Vallina Velarde, ¿tenía parentesco con Juan Velarde Fuertes?

-Sí, eran primos; aunque Juan vive en Madrid, siempre mantenían contacto.

- ¿A usted le interesa la política?

-No, una de las ventajas de ser juez es que eres independiente, no tienes que decidir con criterios políticos, sino legales, en base a pruebas que se practican en un juicio. Pero voto; es un derecho de todos los ciudadanos y lo ejerzo.

- ¿Qué le parece el caso de Juana Rivas?

-Es muy triste que a una madre la separen de sus hijos, pero si hay una sentencia que la obliga a entregarlos al padre, tiene que cumplirla. ¿Por qué no dijo en el juicio todo lo que dice ahora? ¿Qué vamos a hacer, no cumplir las sentencias?

- ¿De qué se siente orgulloso?

-De mis hijos, son los dos buenos estudiantes, aunque se pelean continuamente.

- ¿Qué deporte practica?

-Corro. Gijón es una ciudad estupenda para correr, sus rutas están llenas de gente y yo me apunto a todas las carreras populares que hay, en las que participan cientos de gijoneses. Como espectador me gusta el fútbol y voy a El Molinón, a animar con mi hijo Álvaro.

- ¿Cuál es su manía?

-Si se lo preguntara a mi mujer, le diría que soy muy desordenado, y desde el aspecto laboral, que no me puede quedar nada para el día siguiente, algo que a veces es imposible.

- ¿Sus enemigos son los pufistas?

-No, mi deber es condenarlos a pagar.

- ¿Quién es su mejor amigo?

-Mi mujer.

- Dicen, respecto al problema catalán, que Rajoy lo está haciendo de libro?

-Está aplicando la ley e impugnando las decisiones del Gobierno separatista que vulneran la Constitución. En un Estado de Derecho lo que hay que hacer es cumplir la ley, y la ley no permite la independencia del Estado.

- ¿Y el articulo 155??

-Sería la última medida, de seguir el movimiento separatista, declarar ilegales las decisiones del Gobierno catalán e imponer el orden constitucional.

- Por último, ¿en qué pierde el tiempo?

-Me queda poco, pero leo. Me han regalado un libro electrónico y me parece muy cómodo. Estoy leyendo "Los ritos del agua".

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