Las quejas vecinales por exceso de decibelios musicales el pasado año son la causa de que en esta edición de la Fiesta de la Sidra los aficionados al caldo patrio no puedan disfrutar del "gran chigre" que el pasado año se colocó en la explanada de los jardines del Tren de la Libertad, popularmente conocido como el "solarón", según explicó el concejal de Festejos del Ayuntamiento de Gijón, Jesús Martínez Salvador.
"Hubo muchas quejas ciudadanas", reconoció Martínez Salvador, "el volumen de sonido que necesita una orquesta quizá en esa ubicación, en el centro de la ciudad, con tantos edificios tan próximos, es bastante molesto para los vecinos", resumió el edil forista, algo que el Consistorio trasladó a los organizadores -una agrupación de hosteleros de El Llano- que, "al tener que adaptarse a un volumen inferior, no han considerado hacer la fiesta", esgrimiendo que sin actividades musicales que atraigan al público, el despliegue necesario para organizar el evento no les saldría rentable.
"En el 'solarón' hay actividades", aseveró Martínez Salvador, "pero no es una zona para andar haciendo eventos de manera continua; aunque sí que, por ejemplo, en navidades se monta la pista de hielo", concluyendo que los jardines del Tren de la Libertad son "una zona a aprovechar, pero sin masificarlo".
Jesús Martínez Salvador también se quiso pronunciar al respecto de las quejas de los vecinos de Poniente por las molestias que podrían acarrearles la celebración, el próximo día 3 y como colofón al "Día de las alas" que Red Bull celebra en la ciudad, una fiesta "Holi" en la explanada junto al acuario. "Esta es una actividad que es una fiesta de día, que empieza por la tarde y acaba a medianoche, no está hasta altas horas de la madrugada", enfatizó el edil de Festejos, quien además la describió como una fiesta "para un público más infantil y juvenil, a la que suele acudir muchas familias", con lo que Martínez Salvador entiende que "no es un evento en el que se prevea que pueda haber un macrobotellón ni mucho menos".
El edil forista aprovechó la ocasión para rememorar cómo "en la zona de Poniente hay muchos menos evento al cabo del año ahora que hace años", principalmente motivado por "la demanda de los vecinos que hizo que se llevaran a otro lugar gran parte de lo que había". Martínez Salvador pone como ejemplo la Semana Grande gijonesa, que en su edición de este año, "únicamente fueron cinco los conciertos que se realizaron allí", aunque es cierto que resultaron ser los más multitudinarios. Las demandas de la Asociación de Vecino "Pando" de Poniente suman estos conciertos con otro de los eventos más mayoritarios del verano gijonés como es la "Semana negra", a raíz de la cual, denuncian, se producen altercados y molestias.
"No creemos que Poniente sea una zona sobresaturada", sentenció Martínez Salvador que sí que afirmó que, en adelante, intentarán informar a los vecinos con mayor antelación de los festejos que se vayan a realizar y sus características, una demanda añeja del colectivo vecinal.
