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El aumento de la videovigilancia por falta de Policía Local frustra a los opositores

Las academias advierten de que hay "aspirantes experimentados y preparados" desde hace años, a la espera de que se abran plazas

Cámaras de videovigilancia instaladas en la zona del Puerto Deportivo. MARCOS LEÓN

El anuncio del concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Gijón, Esteban Aparicio, de que el Consistorio aumentará el control de la seguridad de la ciudad con mejoras en las cámaras de videovigilancia, como alternativa a la falta de personal de Policía Local, ha creado una sensación de "frustración" entre los preparadores de oposiciones para el cuerpo. "Es frustrante ver cómo el Ayuntamiento únicamente se circunscribe a la tasa de reposición, que en los últimos años ha sido muy ruin", enfatiza Elena Cabero, de la Academia Nacional, en referencia a las únicas cinco plazas que se han abierto para el cuerpo desde el año 2010, para cubrir cinco jubilaciones que tuvieron lugar en 2015 y que aun no se han hecho plenamente efectivas.

"Las cámaras también cuestan mucho dinero, sería mejor que intentasen contratar a más Policías Locales", una decisión para la que el Ayuntamiento se encuentra "atado", según sostienen en el Ayuntamiento, debido a la regla de control presupuestaria que, a riesgo de superar ese techo de gasto, impide al Consistorio acometer esas contrataciones.

Sin embargo, el Ayuntamiento sí que tiene el visto bueno para reponer el 100% de las jubilaciones que se den en el cuerpo. Unos guarismos que, de aprobarse el Decreto Ley que está en fase de alegaciones, el próximo año ascenderían en la Policía Local de Gijón a más de medio centenar, lo que "ha animado mucho" a los opositores.

"Los ánimos están muy altos, todos creen que se va a mover mucho más, que va a haber contrataciones", explicita Cabero, reconociendo que "las perspectivas son muy buenas". La preparadora analiza cómo estos años "tan malos" en los que no se abrían convocatorias en la ciudad, los opositores, aunque "desanimados ante la falta de oportunidades", se centraban en preparar las plazas de auxiliares que se convocan en el periodo estival -este año, un total de 17 trabajadores- o plazas para otras ciudades como Madrid. "Es un trabajo temporal, sabes que son solo unos meses, pero menos es nada", asevera Cabero, quien enfatiza que "son chavales experimentados, preparados, que ya tienen práctica", tras hasta tres años de contratos estivales, y que retomarán el curso el próximo mes de octubre, cuando finalice su contrato con la esperanza de que se abran oposiciones para poder conseguir una plaza fija en el cuerpo. Y junto a ellos, un repunte en las matriculaciones ante una prospectiva positiva.

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