Se avecina la asamblea a la que la directiva del Grupo Covadonga presidida por Antonio Corripio ha ligado su continuidad -si no se aprueban sus presupuestos para este año que someten a votación por segunda vez, dimitirán- y era de esperar que la caja de los truenos se destapase. Así, la plataforma de socios más críticos con su gestión, la que está intentando promover una moción de censura, ha mostrado dos estudios de valoración del terreno de la finca de La Torriente -adyacente a las instalaciones grupistas de Las Mestas- para criticar que, bajo su punto de vista, la directiva de Corripio ha pactado con los dueños del terreno un precio por el mismo mucho más elevado del real.

A tenor de sus informes, encargados a "dos arquitectos de Gijón de empresas de tasación que suelen trabajar para entidades bancarias", la mitad de La Torriente -cuya compra ha negociado la directiva de Corripio para completar la adquisición de la finca que comenzó el expresidente Enrique Tamargo- valdría "en torno a un tercio" del precio de 1.350.000 euros fijado en el preacuerdo del Grupo con Peñalisa, empresa propietaria de La Torriente. En cualquier caso, ese preacuerdo de venta está pendiente de ser aprobado en una asamblea que la directiva estima poder celebrar "en octubre o noviembre". En el anuncio de la operación, los propietarios de la finca aseguraron que rebajaron sus pretensiones económicas, que no bajaban de los dos millones.

Las tasaciones encargadas por el sector crítico se han realizado por dos métodos diferentes. Por un lado, el de comparación, "prioritario al resto por aportar el valor más justo y razonable". Se basa en "el principio de sustitución, según el cual el valor de un inmueble es equivalente al de otros activos de similares características sustitutivos de aquel".

En este sentido, el estudio encargado parte de la finca colindante, el terreno de La Torriente ya comprado en el mandato de Tamargo. Su coste fue de 840.000 euros. "Es de idénticas características a la que ahora se quiere adquirir, pero a este valor de sustitución se debe quitar el valor de la edificación, que no tiene esta finca", explica la tasación. Se refiere a que en la parte ya comprada hay 481 metros cuadrados construidos, que cifra en 481.000 euros. Importe que restan al precio de la operación de Tamargo, obteniendo así su valor estimado de la nueva parcela -de superficie similar a la otra: 4.276 metros cuadrados- de 359.000 euros, "un 27% del precio" acordado por la directiva.

El otro método utilizado es el residual, "menos fiable que el anterior" y que se basa en un hipotético proyecto de edificación de viviendas residenciales. En base a este sistema, el otro informe encargado por los críticos marca un valor de 485.000 euros para la finca que pretende adquirir el Grupo, un 36% del precio de 1,35 millones del preacuerdo entre la directiva y los propietarios del suelo.

"Resulta que, según Corripio, primero era un jardín catalogado en el que no se podía hacer nada adquirido por Tamargo y ahora resulta algo muy interesante que hay que comprar a cualquier precio. Cuando eres presidente hay que mirar por el club y no intentar mantener la silla a cualquier precio", opina Adolfo Losada, portavoz de los grupistas críticos. La directiva, por su parte, ha explicado que la descatalogación del jardín está en marcha.