El alcoholismo crece de nuevo en Asturias y lo hace con especial incidencia en los jóvenes que cada vez "comienzan a beber de forma más compulsiva, a edades más tempranas y durante más días". Esta es la realidad que atraviesa la región y de ahí la alerta que envió ayer el consejero de Sanidad, Francisco del Busto, tras visitar las instalaciones de la Comunidad Terapéutica para rehabilitación de personas alcohólicas "La Santina" acompañado por responsables del centro de Deva y del director general de Salud Pública, Antonio Molejón.

Para hacer frente a esta magnitud del problema, que si bien "había disminuido y en los últimos años vuelto a subir", es fundamental que la sociedad vea al alcohol como una droga. En palabras del consejero "es una droga como otra cualquiera, igual que el tabaco, y su principal problema es que se banaliza excesivamente en la sociedad". Y para la consejería de Sanidad del Principado de Asturias no es un tema baladí pues el consumo habitual de alcohol puede derivar en problemas de salud. Por un lado, afecta "en términos de enfermedades somáticas como úlceras, hepatomas, cánceres", en lo relativo al tabaco lo hace "más a nivel pulmón, garganta y vejiga" mientras que con el alcohol es "a nivel de hígado e intestino". No obstante preocupa aún más la enfermedad psicológica, psiquiátrica y las adicciones que conllevan estas sustancias. "Eso es lo primordial", matizó del Busto.

Su importancia sigue latente porque el problema se mantiene en las nuevas generaciones. "Debemos tener mucho cuidado porque nuestros jóvenes cada vez beben primero, cada vez beben más y durante más días", lamentó el consejero, consciente de que combatirlo "es un trabajo intenso por parte de todos, "principalmente con la educación desde el domicilio, la sociedad, los colegios y los estamentos sanitarios". Desde la consejería de Sanidad perciben que inician su consumo de forma compulsiva a edades tempranas, entre los 14 y 18 años principalmente, de ahí que las principales medidas que quieren implantar tienen un carácter preventivo más que de curación.

"Un monumento"

Del problema del alcoholismo son plenamente conscientes en la Comunidad Terapéutica para rehabilitación de personas alcohólicas "La Santina", ubicada en la parroquia de Deva. Allí trabajan con personas con pocos o ningun recurso, pacientes abandonados en muchos casos, que viven en albergues. "Aquí utilizan formas diferentes para tratar a las personas, tienen resultados excelentes gracias al gran grupo de voluntarios que trabajan que habría que ponerles un monumento", señaló Francisco del Busto sobre la labor desempeñada en este centro gestionado por Cáritas Asturias.

"La Santina" no fue el único centro al que ensalzó el consejero. Junto a ellos otras ONG, como la Fundación Siloé que contribuyen al amparo de personas que padecen enfermedades mentales, VIH o alcoholismo, entre otras. Todas estas entidades, aseguró Del Busto, suponen "un valor añadido al sistema sanitario de Asturias".