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A Herrera, el míster

Una llamada en favor de la cantera local

Conocí el fútbol antes de leer a Albert Camus y me empapé de él (de los dos) y no pido disculpas porque, al igual que a Pedro de Silva o Javier Marías, Enrique González o Santi Segurola o John Carling me gusta y además, lo entiendo.

Desde pequeñu amen de acudir al Molinón leía y escuchaba (en aquel maravilloso programa de los lunes: "Los críticos opinan", con Liomi de la Hoja del Lunes, Enrique Prendes, "Epe", de La Voluntad y luego de LA NUEVA ESPAÑA, Ricardo Vázquez Prada, de Región, y sus deliciosas y venenosas "Gotas de tinta", Rovi de El Comercio?). El fútbol, como cualquier otro arte, aúna pasión, espectáculo y a veces, belleza (Ferrero, José María Prieto, Quini, Messi, Ronaldo, Maradona, Cruyff, Zidane, Platiní o Xavi el del Barça son ejemplo de ello).

El pasado sábado hubo un derby de verdad tras largos años de travesía del desierto, y coño aunque el partido fue tan equilibrado, con un tiempo para cada uno, como pobre ("los atletas" de ambos equipos, como diría Carantoña, son de perfil bajo), el ambiente mereció la pena.

Dejando a un lado a la camorra de esos ultras que nada aportan, salvo sustraer fair play, el derby tuvo su encanto. Me da que el empate hizo justicia y el resultado, a mi juicio, claro, me obliga a darle un tirón de orejas a nuestro míster. Con el viento a favor (24.000 abonados, a fe que te insuflan aliento) no es de recibo confesar que "dejaste jugar un rondo". Señor Herrera, esto es el Sporting de Gijón y tiene usted amén del mérito de crear un proyecto que nace desde una defensa sólida (el furacu de Lora es tema a corregir), el crédito para apostar por dos futbolistas que le den empaque y solidez al proyecto. Pablo Pérez pide a gritos ser titular y Nacho Méndez (rara avis desde Valdés, Ciriaco, Igor, Uría, Iordanov), está llamado desde ya a conducir este equipo.

Me encantó su sincero mea culpa, pues rectificar es de sabios. Ojalá, usted que conoce la plaza, como jugador emergente en este club y como quinto que hizo la mili en el Simancas, tenga un par de ellos y apueste por los dos chavales que le cité. Aquí mamamos el buen fútbol y sabemos tener paciencia con los que manejan el balón. Sus triunfos, míster, serán los nuestros. No peque de cobarde y vaya a por todas. Tome mi sugerencia desde el respeto y el afecto y de todo corazón, le deseo larga estancia en esti centenario club, cuna, sin duda, del fútbol.

¡Aúpa Sporting! Y que usted lo mame al timón de esta nave.

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