La nefróloga Beatriz Domínguez-Gil, hija del farmacéutico gijonés Alfonso Domínguez-Gil Hurlé, ha sido elegida este lunes presidenta del Comité de Trasplantes del Consejo de Europa. Domínguez-Gil es también directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) desde el pasado mes de mayo.

La actividad profesional de la asturiana destaca en los últimos tiempos por su gran protagonismo fuera de España, con importantes hitos conseguidos gracias a su perseverancia. Por ejemplo, la resolución contra el tráfico de órganos aprobada el pasado 8 de septiembre en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Esta iniciativa fue propuesta por España y Domínguez-Gil tuvo mucho que ver en ella. De hecho, el pasado mes de febrero Beatriz Domínguez-Gil fue recibida por el Papa, en el Vaticano, junto con un equipo de trabajo, para entregarle al Santo Padre un informe internacional sobre el tráfico de órganos en el mundo.

La nefróloga gijonesa cursó en Salamanca el Bachiller y la carrera de Medicina, antes de hacer la especialidad de Nefrología en el Hospital 12 de Octubre. Hace diez años pasó a ser médico adjunto de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), codo con codo con el doctor Matesanz, y desde entonces su carrera ha sido meteórica.

Tráfico de órganos

Concienzuda y apasionada en todo aquello que hace, Beatriz ha centrado sus esfuerzos en la denuncia del tráfico de órganos, con importantes intervenciones en foros como las Naciones Unidas. De hecho fue la encargada de presentar en la ONU en el año 2015 la Declaración de Estambul. Siempre ha estado detrás de la proyección internacional de la ONT, con constantes viajes y ponencias, y ha sido una de las corresponsables de que la ONT y la entidad The Transplantation Society fueran galardonadas con el entonces premio "Príncipe de Asturias" de Cooperación Internacional.

Precisamente el pasado mes de mayo fue nombrada por el Consejo de Ministros directora general de la Organización Nacional de Trasplantes. En este cargo sustituye a Rafael Matesanz, quien se ha jubilado tras más de 28 años al frente de un organismo que él mismo puso en marcha y que Beatriz conoce al dedillo.