Las presiones empresariales hacia la Administración por crear puestos de trabajo no puede estar por encima de la salud de los ciudadanos. La hoja de ruta marcada por la plataforma "Asturias por un aire sano", integrada por personas y asociaciones de 16 concejos de la región afectados por la contaminación, va dirigida a eliminar a Asturias del primer puesto de las muertes por cáncer de pulmón de España. Ayer lo reivindicaron en un acto en el parque del Lauredal, en la zona Oeste de Gijón, con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente que la meteorología les obligó a posponer el pasado junio. Lejos de suponer un problema, el azar ha querido que esta cita en pro de un aire limpio llegue en el mejor momento para sus denuncias, justo después de que la Consejería de Medio Ambiente del Principado de Asturias reconociese la grave situación de contaminación con partículas que desde hace mucho tiempo vienen denunciando numerosos vecinos afectados.

Lejos de haber quedado satisfechos con las declaraciones del consejero Fernando Lastra -que esta pasada semana reconoció abiertamente, y por primera vez, la existencia de un problema de contaminación ambiental en la zona Oeste y apuntó a la industria pesada como su probable causante- desde la plataforma anunciaron que seguirán "exigiendo medidas y no palabras" para frenar la contaminación que asola la ciudad. "Sin presión ni movilización social no lo vamos a lograr", señaló durante el acto Adrián Arias, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos.

La lectura del manifiesto también sirvió para "poner deberes" a los responsables políticos para que tomen medidas "urgentes" contra la contaminación. La primera recomendación es la relativa al tráfico y pretenden planes de movilidad que potencien el transporte público, los medios no motorizados como la bicicleta y el ferrocarril. Todo ello en detrimento del vehículo particular promoviendo, en paralelo, coches menos contaminantes. Al tiempo reclaman la elaboración de planes que sirvan para reducir el consumo de energía así como la mejora de los aislamientos de los edificios y la renovación de calefacciones y sistemas de climatización en instalaciones públicas y en pequeñas y medianas empresas.

En el apartado de qué hacer con los residuos la exigencia se enfoca hacia al reciclaje con un plan "real y efectivo" que incluya el descarte "para siempre" de la instalación de una incineradora o el desvío de residuos para incinerarlos en determinadas instalaciones industriales. También incluyen el "desmantelamiento de la regasificadora" y advierten de que se debe cumplir con las zonas de seguridad mínimas de dos kilómetros de distancia entre zonas con vecinos y cualquier proyecto o actividad industrial.

No falta la demanda de información "transparente y clara" desde la Administración Pública siempre que se produzcan situaciones de mala calidad del aire. En este caso, cabe recordar que la estación medidora controlada por el Ayuntamiento, situada ahora en el Lauredal reveló en sus primeros datos, que de los 51 días analizados se superaron los límites en 17 jornadas. Por último, tampoco dejan fuera de la lista de deberes el problema de contaminación acústica.

Jornada lúdica

La jornada en pro del medio ambiente tuvo ayer una ruta ciclista con alrededor de 250 participantes que completaron el recorrido entre la plaza Mayor y el parque del Lauredal. Les esperaban diferentes actividades lúdicas y reivindicativas en la pista polideportiva del Lauredal "Ángel Arroyo", recubierta con pancartas y medio centenar de fotografías donde primaban las instantáneas de nubes negras y naranjas, tan habituales en la zona Oeste y que se pueden ver desde cualquier punto de la ciudad, así como de la lucha vecinal y sus múltiples concentraciones exigiendo medidas para un aire limpio. Fue la de ayer una jornada reivindicativa y con decenas de personas que hasta incluyó una representación de los efectos que acarrea la contaminación en los ciudadanos. Dos voluntarios se enfundaron un traje protector y una máscara de gas para protegerse del humo contaminante que salía de una chimenea improvisada diseñada al efecto. Eso provocó que los asistentes se tirasen al suelo para "denunciar" que la contaminación les está matando.