Milita en Izquierda Unida y forma parte del Gobierno de Ahora Madrid, a las órdenes de Manuela Carmena. El concejal de Economía y Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato (Madrid, 1970) participó ayer en la jornada de política fiscal "Propuestas de izquierda para una ciudad más justa y solidaria" organizada ayer por IU.
- ¿Sólo con políticas de izquierdas se puede conseguir una ciudad justa y solidaria?
-Es una evidencia. Lo dan los hechos y lo que ha sido la actuación en el ámbito del poder local y municipal durante las últimas décadas. Con el actual marco legal se ha demostrado que hay diferentes formas de abordar las necesidades de las más amplias capas sociales. El marco legal es muy restrictivo, dificulta la actuación de cada municipio pero con ese marco legal sólo con políticas redistributivas se puede mejorar la vida de la gente.
- Vamos, que de la necesidad tienen que hacer virtud.
-Evidentemente. Estamos hablando de que no hay que abjurar de modificar el marco vigente, que tiene elementos negativos que dificultan la obtención de recursos por parte de los Ayuntamiento y la capacidad de aplicar incluso bonificaciones en la obtención de esos recursos. Para que la gente nos entienda, la contribución urbana, que es el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI), eje fundamental de los ingresos municipales, tiene muy tasadas, prácticamente limitadísimas, la capacidad de los municipios para hacer ese impuesto relacionado con la capacidad de pago de la gente. Y eso no es porque no se pueda, es porque no se quiere.
- Prosiga.
-Pasa igual con impuestos a nivel estatal. Los gobiernos del PP y por desgracia en ocasiones del PSOE han eliminado la progresividad fiscal, ese principio constitucional, ellos que se arrogan en la defensa de la Constitución. Pues la progresividad se limita y minora de forma continua en los impuestos estatales. Y en los locales se evita que los municipios puedan utilizar ese tipo de palancas para mejorar la vida de la gente que peor está.
- Gijón debate ahora sus políticas fiscales. ¿Qué recomienda usted, que viene de la capital?
-No soy tan pretencioso. Vengo a compartir y aprender. La legislación vigente no solo limita las políticas fiscales de ingresos sino que penaliza la actuación de los ayuntamientos a la hora de gastar, con la ley de estabilidad presupuestaria y las actuaciones disparatadas de Montoro. Ante ese marco sí que hay formas de actuar y de eso hablo. Con el IBI, el reparto de la recaudación en cada ciudad hay poquitos recibos que concentran la mayor parte de la recaudación. A esos recibos, los valores patrimoniales más altos en usos diferentes a los de vivienda, se les puede y se les debe exigir un esfuerzo superior. Eso puede redundar en una bajada a los recibos de menor valor patrimonial o en políticas sociales más acusadas.
- ¿Lo hacen así en Madrid?
-En Madrid con estas políticas, en el marco de IBI, le hemos subido el recibo entre un 7% y un 9% a menos del 1% de los contribuyentes y se lo hemos bajado al 99%. Se reparte la carga de otra manera y con esa operación hemos recaudado más. Ya nos gustaría que también se pudiera discriminar en ese tipo de bajada para que haya determinados valores patrimoniales que no fueran objeto de reducción.
- Si para una ciudad más justa y solidaria son necesarias políticas de izquierdas, ¿qué le parece que sus compañeros de Izquierda Unida en Gijón las hagan con la derecha de Foro?
-(Risas). No soy quién para plantear las alianzas que cada compañero pueda plantear. Respeto muchísimo el trabajo de cada federación y deben ser ellos quienes lo expliquen.
- Visitó Gijón hace un año y dijo entonces que "la caverna del PSOE ha salido de su tumba para mantener el antiguo régimen", cuando a Pedro Sánchez buscaba apoyos para someterse a la investidura. ¿Ha cambiado su impresión ahora?
-El PSOE sigue sumido en la misma situación de tener que explicar de forma coherente por qué permite de forma consciente un Gobierno de Mariano Rajoy e impide que se revoquen leyes que hay que hacer desaparecer del escenario actual y al mismo tiempo está queriendo decir que algo ha cambiado. Nuestra relación con las bases del PSOE siempre será fraterna pero otra cosa son sus dirigentes y depende de cada momento. Todavía falta mucho para que haya una catarsis real en el PSOE, y en el conjunto de la izquierda, para que de verdad podamos ir juntos a enfrentar los problemas gravísimos que tiene este país, la UE y hasta del mundo si me lo permite.
- ¿La victoria de Pedro Sánchez no PSOE no ha supuesto un giro a la izquierda?
-Las bases le han dado un mandato muy claro, pero Pedro Sánchez no es Rosa Luxemburgo.
- El nuevo secretario de la FSA, Adrián Barbón, dice que quiere abrir línea de diálogo entre las tres fuerzas de izquierdas y pone como ejemplo Madrid.
-Es perfectamente posible a pesar de las diferencias que tenemos en determinados casos. En Madrid aprobamos los presupuestos con el PSOE de acuerdo en líneas fundamentales con ellos. No hablamos de socialismo real ni de cosas extrañas sólo de poner los intereses de la mayoría por encima de los de una oligarquía minoritaria. En ese campo los acuerdos con el PSOE son la única posibilidad. No concibo un futuro cercano sin un PSOE ni sin los compañeros de Podemos ni sin mi formación Izquierda Unida para gobernar en los municipios. Aunque desgraciadamente hay gente que no ha visto suficiente atractivo en las fuerzas políticas que se han presentado a las últimas elecciones para construir una mayoría fuerte de izquierdas. Sociológicamente tenemos mucho que hacer ahí.
- La presión fiscal varía de manera muy importante según la Comunidad Autónoma. ¿No son demasiado grandes?
-Es vergonzoso que haya un marco fiscal a nivel de las Comunidades que permita algo que es nocivo como llevar la competencia y competitividad en el peor de los sentidos a ese ámbito fiscal. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, la señora Cifuentes presume de ser un paraíso fiscal en determinados impuestos, por ejemplo el de patrimonio, que ha reducido a la mínima expresión. Cada año financia ese menor ingreso fiscal con más deuda, deuda que deberán pagar la inmensa mayoría de ciudadanos que pagan impuestos, precisamente no los que tendrían que pagar impuestos sobre el patrimonio que tienen fórmulas de todo tipo para evitar la tributación. Eso es vergonzoso. Es engañar a la gente. En lugar de cobrar impuestos carga con deuda las futuras acciones políticas de las fuerzas que gobernarán en el futuro. Es un tocomocho fiscal.
- En Asturias genera debate el impuesto de Sucesiones y Donaciones.
-El 90% de la recaudación del impuesto de Sucesiones y Donaciones lo pagan las rentas más elevadas y en cambio hay gente de rentas bajas que está defendiendo el interés de esos privilegiados. Estoy convencido que hay fórmula para actuar en este impuesto para que grave fundamentalmente la capacidad de pago y el patrimonio preexistente.
- ¿Qué diferencias ve entre la forma el Gobierno de izquierdas de Asturias con respecto al de Madrid?
-Me gustaría ver muchas más.
- ¿Más de las que hay?
-Evidentemente. Me gustaría que la señora Cifuentes se pareciese menos al Gobierno socialista del Principado. Me gustaría que hubiese más diferencias, por ser políticamente correcto.
- Le acusan a usted y a su compañera Celia Mayer de prevaricación, delito societario y malversación de caudales público por el Open de Tenis de Madrid.
-Es una querella política. La señora Mayer y yo declaramos este lunes ante el juez quedó acreditado que la forma de contratación fue escrupulosamente legal. Es la misma fórmula que empleó el PP hasta en 21 ocasiones. Es evidente que somos beligerantes denunciando casos de corrupción y esto es una venganza, que hasta lo transmite el PP en privado, sin ningún tipo de base y para hacer daño. Pero que en el PP abandonen toda esperanza porque no dejaremos de perseguir la corrupción y el saqueo de lo público.
