El inicio de la conferencia que ayer pronunció la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, en el Centro Municipal de El Llano de Gijón, coincidió con la intervención de Carles Puigdemont ante el parlamento catalán. Fue la presidenta del PSOE, tras recibir un mensaje en su teléfono móvil, quien informó a los asistentes de lo que estaba aconteciendo en Barcelona: "La declaración unilateral de independencia en diferido, porque no quieren que surta efectos de manera inmediata y si lo comparamos con un matrimonio, lo que se ha decretado es una especie de cese temporal de la convivencia. Una mala noticia, en todo caso, porque significa que ha prevalecido una visión absolutamente antidemocrática por parte del Presidente Puigdemont y de las fuerzas independentistas, que no ha tenido en cuenta que una mayoría importante de la población de Cataluña no quiere la independencia".

Narbona agregó al respecto en su intervención que "los socialistas estaremos siempre al lado de la democracia, del Estado de derecho y de la legalidad, porque es en ese marco donde todos los ciudadanos pueden hacer valer sus propios derechos", abogando porque todos "desde la preocupación y desde el compromiso seamos capaces de superar con inteligencia esta crisis institucional y de convencer a esa mayoría de catalanes que puede estar en estos momentos dudando entre la posición que pueden adoptar cara a unas eventuales elecciones autonómicas o cara a su futuro más próximo, que sepan desde aquí que los socialistas estamos con todos los ciudadanos de España y de Cataluña para defender sus derechos en el marco de la Constitución".

Dicho esto, la presidenta del PSOE apuntó que "la Constitución puede ser reformada y queremos que se reforme pero dentro de los cauces de la legalidad" para que España se convierta en un Estado federal, como fórmula para satisfacer al conjunto de las comunidades autónomas.

Minutos antes de pronunciar su conferencia y antes de que se iniciara la comparecencia de Puigdemont, Cristina Narbona había señalado que una declaración unilateral de independencia tendría consecuencias "muy negativas" para el conjunto de los catalanes, que en su mayoría no votaron opciones independentistas en las últimas elecciones autonómicas y abogó porque "que seamos capaces de salir de esta situación con respuestas políticas, desde la legalidad pero utilizando la política, porque nada en la legalidad es inmutable; la Constitución Española se puede modificar pero hay que hacerlo tal como está previsto en el marco constitucional".

El modelo territorial no es el único aspecto de la Constitución que el PSOE propone modificar. Narbona también planteó ayer una reforma del artículo 135, para matizar el cambio que en su día votaron PSOE y PP por presiones de la UE. En su redacción actual ese artículo establece la obligatoriedad de dar prioridad en el gasto público al pago de la deuda: "Creemos que puede ser modificado, de manera que esa obligación de pagar la deuda pública nunca signifique reducir el gasto social por debajo de aquellos niveles que se establezcan como derechos básicos en cada uno de los grandes ámbitos de los derechos sociales; la educación, la sanidad y las pensiones", modificación que podría hacerse de manera puntual, sin necesidad de nuevas elecciones y referéndum como sí obligaría la modificación del modelo territorial.