La Guardia Civil celebrará mañana, 12 de octubre, los actos en honor a su patrona, la Virgen del Pilar, que este año adquieren unas connotaciones especiales porque así quiere la actualidad. En la Comandancia de Gijón los actos festivos se suprimirán dejando paso sólo a la parte más protocolaria. Francisco Javier Puerta, que cumple un lustro como Teniente Coronel de la Guardia Civil en la Comandancia de Gijón, hará balance del año, que ha sido positivo pesar de un ligero repunte del número de delitos leves como hurtos menores o injurias.
-¿Cómo se desarrollará la festividad del 12 de octubre en Gijón, a la vista de la actualidad?
-Hemos suprimido los actos festivos previstos, como una cena que estaba programada para el día 6, las verbenas con música para el fin de semana y también el vino español del día 12. No es porque tengamos gente en Cataluña, porque tenemos gente desplazada en toda España y también fuera como Mauritania, Italia o Líbano, pero la sensación que se nos quedó a todos el pasado día 1 de octubre fue de tristeza y ansiedad que se nos quitaron las ganas de celebrar cualquier fiesta. Se tomó esta decisión, independientemente de lo que ocurra estos días. Tampoco habrá desfile porque la mayoría de los que desfilan están en Cataluña y no nos parecía oportuno retirar personal de las patrullas de Seguridad Ciudadana para que desfilasen.
-¿Cómo están los agentes de la Comandancia de Gijón destinados allí?
-Están bien. Tenemos dos contingentes allí. Una es la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (USECIC), que yo utilizo aquí para dar apoyo al resto de unidades y que son especialistas en control de masas. Y otra es la Unidad de Seguridad Ciudadana de los Puestos de la Comandancia, que también están de refuerzo pero no tengo tanto contacto con ellos porque pasan a depender de los mandos territoriales de las Comandancias de Cataluña. Sí hablo todas las noches con el jefe de la USECIC y me transmite que de ánimos están bien pero que el día 1 de octubre lo pasaron realmente mal, con tres agentes que vinieron con lesiones. Están alojados en un barco y diariamente me transmiten las misiones y cometidos que les asignan.
-Desde hace unos días han sido muchos los actos de apoyo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que trabajan en Cataluña. ¿Satisface?
-Por supuesto. Debemos tener en cuenta que estamos allí porque es nuestra misión. Nos han llamado a defender unas órdenes judiciales y el Gobierno entiendo yo que pretende reinstaurar la legalidad constitucional en Cataluña. No somos los salvadores de la patria, ni intentamos serlo, ni pretendo que la gente lo entienda así. Estamos allí para cumplir con nuestra obligación, del mismo modo que la cumplimos aquí en Asturias.
-Lleva un lustro al frente de la Comandancia. ¿Cuál es el balance?
-Muy positivo. En los últimos cinco años hemos estado bajando la delincuencia. El descenso en 2016 fue espectacular pero eso ha provocado que en este 2017, con los datos que tenemos hasta agosto, los resultados no van a ser tan buenos. Tenemos un ligero aumento de la delincuencia con respecto al año anterior. Ahora bien, si lo comparamos con el 2015 tenemos menos delitos.
-¿En qué ámbitos ha aumentado la delincuencia?
-El aumento no es homogéneo. Los delitos graves y menos graves han disminuido pero hay un incremento de los delitos leves como daños y hurtos de poca entidad, injurias y amenazas. Eso sí ha aumentado bastante. A pesar de ello, en la Comandancia de Gijón tenemos una tasa de delincuencia seis puntos por debajo de la media asturiana, según los datos del Ministerio del Interior. Por tanto, el balance de mis cinco años es muy positivo.
-El año pasado dijo en este medio que "llegará un momento en que toquemos suelo y aumentará la delincuencia, porque no podemos estar bajando continuamente, pero ahora vamos bien". ¿Lo veía venir?
-Se veía venir por la bajada tan espectacular que tuvimos en 2016. ¿Quiere decir esto que hemos tocado suelo? Hay que esperar unos años más para saberlo, pero lo cierto es que este año los resultados no serán tan buenos con el año pasado, pero sí estarán dentro de la media de los últimos años.
-¿Cuál es el principal problema de seguridad al que se enfrentan?
-Tenemos la competencia de seguridad de 36 concejos de Asturias. Eso supone el 40% del territorio de la región pero solo el veinte por ciento de la población. El principal problema es la delincuencia, pero aquí no supone un gran problema. No pensarán lo mismo quienes ven sus propiedades atacadas pero en líneas generales es bastante aceptable la seguridad que estamos dando.
-¿Necesitan más personal?
-A cualquier empresa u organismo le vendría bien disponer de más personal. La plantilla de la Guardia Civil está bastante bien dimensionada. Simplemente necesitaríamos que esas vacantes que tenemos actualmente, y las bajas (que están por encima de la media nacional) se cubriesen. Si contásemos con unos como con otros estaríamos bastante bien equilibrados en cuanto a personal.
-Este verano, con la alerta antiterrorista a nivel 4, ha habido muchos eventos multitudinarios y un refuerzo de la seguridad. ¿Han sido momentos duros, de mucho trabajo y responsabilidad?
-Duro no, pero ha sido difícil y ha exigido mucha más coordinación y cooperación con Policía Nacional y, sobretodo, con las policías locales. También mucho esfuerzo de imaginación. Para ciertos eventos hemos tenido apoyo de otras unidades del resto de España, como en el Descenso Internacional del Sella. También en ciertas festividades o eventos multitudinarios pedimos apoyo, fundamentalmente del GRS de León. Pero el verano ha sido positivo.
-Hay delincuentes a los que detienen una y otra vez. ¿No es agotador?
-Es desesperanzador. Hay que tener paciencia para que esa persona detenida, cuando el procedimiento penal se inicie y empiecen a imponerle condenas que se acumulen, acabe ingresando en prisión. Los delitos, puntualmente, uno a uno, no tienen la entidad suficiente para ingresar en prisión y eso favorece que sigan delinquiendo, pero hay que tener paciencia y dejar que la justicia siga su curso.
-Cada día hay mayor sensibilización social hacia los animales y el medio ambiente. ¿Eso implica un descenso de casos en los que tenga que intervenir el Seprona?
-Al revés. Ha aumentado muchísimo, precisamente porque la gente está muy concienciada con el trato a los animales. Ahora recibimos muchísimas notificaciones, llamadas y correos electrónicos, alertando fundamentalmente de casos de maltrato animal, aunque luego comprobamos que no existe tal maltrato. En el ámbito rural la gente está muy sensibilizada, y llama mucha gente por caballos, reses o perros para alertar de que viven en condiciones insalubres, que no está bien alimentado o que están sucio. Nosotros acudimos siempre y hacemos nuestro informe para llegar a una conclusión. La mayoría de veces consideramos que no están maltratados. Podemos decir que hay un aumento de denuncias, pero no de casos reales de maltrato. También hay concienciación sobre los vertidos en aguas continentales y con las quemas, especialmente en épocas de sequía.
¿Los adolescentes son más conflictivos ahora que antes?
-Creo que no. No soy psicólogo pero soy padre de dos adolescentes. Todos lo hemos sido. La adolescencia es un momento de la vida en que se produce una revolución. Pasamos de la infancia, donde nos creíamos todo, a la adolescencia, donde descubrimos el mundo, pensamos que sabemos y que nos han estado engañando. Ahora estamos más sensibilizados y las conductas de ciertos adolescentes se dan a conocer más. Ahora cualquier actividad que ellos hacen la magnifican las redes sociales que hacen que lleguen a más gente, pero no creo que sean más conflictivos que antes.
- ¿Cuáles son los retos en la Comandancia de Gijón?
-Cumplir con lo que esperan de nosotros: dar un buen y rápido servicio a la ciudadanía. También mantener los niveles de seguridad que hasta ahora alcanzamos en Asturias para hacer de ella una región segura y atractiva tanto para los que vivimos aquí como para los visitantes. Una región segura, que ya lo es.
