Ha sido uno de los indiscutibles del teatro costumbrista asturiano, al que defendió durante casi seis décadas desde las tablas y con una escritura festiva, ocurrente, con la que trataba de cumplir con una tradición escénica nacida del pueblo y dirigida a ese mismo pueblo que la aplaude y con la que disfruta. El actor y autor Arsenio González Álvarez falleció ayer a los 86 años en Gijón, su ciudad natal, después de una vida dedicada a las tablas. Hasta el último momento, y pese a la enfermedad, siguió fiel a su amor por la escena y por la Compañía Asturiana de Comedias. Hoy se le despedirá, a las cinco de la tarde, en el tanatorio de Cabueñes.

"Era la gran sonrisa del teatro asturiano; bordaba los papeles de característico y sus registros cómicos no tienen comparación, estaba a la altura de José Manuel Rodríguez, el actor para el que escribía sus obras Eladio Verde", explicó ayer Sergio Buelga, representante de la joven generación de la Compañía Asturiana de Comedias y director en alguna ocasión, en ausencia de Eladio Sánchez, de la formación más representativa y carismática del teatro costumbrista.

Arsenio González formó parte, junto con su mujer Josefina García, Eladio Sánchez, Pili Ibaseta y José Fuertes, del quinteto que recuperó en 1986 la centenaria Compañía Asturiana de Comedias. Había debutado en 1960 de la mano de la legendaria Rosario Trabanco. "No pensábamos en ser profesionales; podía ganar un día dos pesetas por representación y otro veinticinco duros", contó el pasado 4 de mayo en la Escuela Superior de Arte Dramático del Principado, ante un joven auditorio que siguió embobado la charla del veterano maestro. "Es una figura fundamental del teatro costumbrista y una excelente persona, un gran paisano", hizo resaltar el actor y doctor en Artes Escénicas Antón Caamaño.

Arsenio González parecía inagotable. Su figura resume el porqué del éxito popular, generación tras generación, del teatro costumbrista asturiano. Tuvo papel en unas setenta obras, un largometraje ("Carne de gallina", de Javier Maqua) y en varios cortos, comedias y escenas. Escribió mucho y es el autor de "La trastá". "Es una obra de referencia porque es la prueba de cómo se puede hacer teatro asturiano sin ser Eladio Verde", explicó Buelga. Tenía un talento fácil y risueño para los monólogos, pero también para los diálogos simpáticos y los versos de circunstancia.

La Asturiana de Comedias tuvo que suspender el 30 de septiembre una actuación por indisposición de Arsenio González. La enfermedad empezaba a ponerse torva. Buelga recordó ayer que todavía el pasado verano se representó una obra suya en Colloto, "Les fiestes de guardar", y que Arsenio subió a las tablas para hacer uno de sus característicos más aplaudidos, el de vieyu. "Había escrito ese papel para él", añadió. Y, también, cómo el pasado viernes se sumó aún a la celebración de los 86 años de su compañero y amigo Eladio Sánchez. Dos pilares.