La directora financiera de Chemours para Europa, Pilar Aiguade, resaltó ayer la "apuesta de Chemours por seguir trabajando en Asturias" con la decisión de la multinacional estadounidense de trasladar sus oficinas de las instalaciones de Du Pont en Tamón al edificio de la Fundación Laboral de la Construcción, en Gijón, en cuya tercera planta se instalarán en febrero. Chemours -que se escindió de Du Pont en 2015- buscaba nuevas oficinas y al final ha optado por quedarse en Gijón, algo cuyos directivos atribuyeron a "la capacidad, la preparación y el conocimiento de idiomas, que son aspectos fundamentales que Chemours ha valorado muchísimo a la hora de apostar por Asturias".

Los representantes de Chemours también quisieron agradecer la "agilidad" del Ayuntamiento de Gijón para ofrecerles la que será su nueva sede en Tremañes, que ya está acondicionando el Ayuntamiento con una inversión de 300.000 euros.

El anuncio formal del traslado a Gijón lo hicieron ayer en el Ayuntamiento Pilar Aiguade; el director del centro, Gerardo Albornoz y el concejal Fernando Couto en un acto al que también acudieron José Luis Badía, jefe para Europa de los servicios jurídicos de Chemours y los ediles Ana Braña, de Foro y José María Pérez y Marina Pineda del PSOE, además del director del Centro Municipal de Empresas, Rubén Hidalgo.

Chemours es líder mundial en producción de dióxido de titanio, que sirve para blanquear todo tipo de materiales y fabricar pintura; también en refrigerantes que no perjudican a la capa de ozono; productos químicos que sirven para la extracción de minerales en minería. En Tremañes no fabricarán, sino que allí se instalará el centro de servicios para las empresas de la compañía repartidas por todo el mundo, a las que 80 profesionales de ocho países que hablan nueve lenguas apoyarán con los servicios de finanzas, compras, logísticas, legales, de informática y de recursos humanos. Los trabajadores, con una media de edad de 36 años, son en un 60% mujeres.

Chemours tiene más de 130 representaciones en otros tantos países, una facturación anual de 5.000 millones de dólares y más de 8.000 empleados en todo el mundo.

Gerardo Albornoz explicó que los 1.000 m2 que ocuparán en la tercera planta de la Fundación Laboral de la Construcción será un espacio abierto, sin despachos, aunque con algunas zonas acotadas para salas de reuniones, con tabiques móviles, para poder hacer un auditorio, además de zonas aledañas para deporte y ocio del personal.

El edificio de la Fundación Laboral de la Construcción está alquilado como residencia empresarial por cinco años. Fuentes municipales apuntaron que los entre 2.500 y 3.000 m2 que quedan libres en la primera y segunda plantas podrían ocuparse por Unísono. Una portavoz de esta compañía negó que haya una decisión al respecto, dado que depende de la consecución de varios contratos.