Un gijonés ha sido condenado a dos años y cuatro meses de cárcel por agredir a otro hombre en un bar de la ciudad al que deberá indemnizar con 1.980 euros por las lesiones causadas. El reo trató de justificar su conducta por los efectos del alcohol pero, ni la primera sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de Gijón ni ahora la sección octava de la Audiencia Provincial -que ha desestimado el recurso- han echado cuentas a este pretexto, asegurando que no queda probado que "la ingesta de alcohol hubiera mermado la capacidad de entender la significación antijurídica de su comportamiento".

Sí estima que hay testigos que señalan que el condenado estaba "claramente borracho" pero no que eso afectase sa us capacidades volitivas pues el parte médico realizado "no refiere ninguna intoxicación". Además trató de huir corriendo de la escena, una huida "indicativa de la comprensión" que tenía el agresor de la ilicitud de su conducta.