"No es solo una ampliación, es un cambio en la accesibilidad, en el funcionamiento, en la concepción y en la forma de trabajar". Las palabras del arquitecto madrileño Joaquín López-Fando definen a la perfección la reforma integral que el hospital de Cabueñes sufrirá el próximo año, cuando se cumple medio siglo de su fundación. La mayor transformación de su historia en una ampliación que duplicará su superficie, con un coste total estimado de alrededor de 104 millones de euros y cuyas obras se espera que comiencen a finales de 2018 o inicios de 2019.

Así se hizo saber en la presentación a los profesionales del hospital del proyecto de remodelación que sufrirá el centro hospitalario. Una exposición que corrió a cargo del consejero de Sanidad Francisco del Busto, el arquitecto de la consejería, y el arquitecto madrileño Joaquín López-Fando, encargado de redactar el plan director, el plan de ejecución y la dirección facultativa en la primera fase de las obras.

Las líneas maestras de esta remodelación "que construirá un hospital completamente nuevo" vienen definidas por una primera fase de obras, que se espera que puedan dar comienzo el próximo año y que deberán estar finalizadas en 2021 y en la que se procederá a construir, en la parcela este del hospital, un gran nuevo edificio de casi 50.000 metros cuadrados -no 15.000 como se estimó en un primer momento-, de los que alrededor de 37.500 tendrán uso puramente asistencial, 7.000 de ellos "en bruto" para adecuaciones asociadas a los equipamientos. Además, se construirá otro edificio de carácter industrial que acogerá, por ejemplo, la climatización y las calderas, así como las galerías que permiten contactar estas nuevas instalaciones con las actuales y parte de la urbanización del entorno. El desembolso para esta primera fase se calcula en 38 millones de euros.

Una vez realizado este nuevo edificio, se trasladará a él toda la actividad que se realiza hoy en día en el actual equipamiento de consultas. Será entonces cuando comience la segunda fase, que actuará sobre más de 60.000 metros cuadrados, con una ampliación de 24.000. Será aquí cuando se demolerá el edificio de consultas, que pasará a ser totalmente remodelado en su interior. También en esta fase se ampliará la zona docente y se procederá a realizar el resto de trabajos externos al propio edificio hospitalario, como la construcción de un parking en tres alturas con capacidad para alrededor de 1.200 vehículos o la construcción de una gran zona verde alrededor del centro. Todo ello, con la dificultad añadida de simultanear toda la obra civil con la asistencia sanitaria propia del día a día del hospital, que no verá frenada su actividad durante el proceso. "Hay que tener mucha paciencia, es posible realizarlo todo, pero hay que ir paso a paso", aseguró el arquitecto.

Precisamente, esta coexistencia de obras y asistencia sanitaria es lo que ha impulsado los grandes cambios respecto al plan inicial que el pasado mes de mayo se presentó en el Ayuntamiento de Gijón. Este aumento del espacio responde a criterios técnicos y funcionales e implica nuevas actuaciones, además del adelanto de otras previstas inicialmente para la segunda fase. De este modo, se abordará la construcción de las zonas de esterilización, farmacia y laboratorios, lo que permitirá dar continuidad a estos servicios y que su actividad no tenga que interrumpirse.

Este nuevo edificio tendrá seis alturas, aunque contará con ocho plantas en total, seis de ellas asistenciales y dos técnicas dedicadas a albergar los equipos de climatización, redes de comunicación y otros suministros. La organización de los servicios supondrá un salto cualitativo en accesibilidad y confortabilidad para usuarios y profesionales, y permitirá redimensionar las distintas áreas, aseguraron los promotores.

La reforma permitirá que el hospital de Cabueñes pase a contar con alrededor de 530 camas, un total de 24 quirófanos -19 en el bloque quirúrgico central, 1 más en el área obstétrica y otros 4 para intervenciones menores-, diez más que en la actualidad, aumentar las camas en la UCI o llegar a doblar las áreas de reanimación. Sin embargo, el cambio más importante será el que se produzca en urgencias, "el área que más crece", con tres entradas diferenciadas para ambulancias, pacientes mayores y pediátricos.

Un aumento de superficie y equipamientos que, según adelantó del Busto, llevará aparejado un aumento de personal. "Si pretendemos mantener abiertos todos los quirófanos a pleno rendimiento, estos se llenan con personal, no con mesas", explicitó, añadiendo que se llevará a cabo un estudio detallado que "deberá estar finalizado en 2021". Igualmente, descartó la posibilidad del uso de robots en el centro.

Cabueñes tendrá también, para el final de la obra, unas importantes mejoras en cuanto a accesibilidad. A la creación de un helipuerto que dé servicio real al hospital se unirá una conexión con la autopista desde la zona de Deva, con un doble carril en dirección al centro hospitalario. Además, en todos los planos futuros, se cuenta con una estación de metrotrén con entrada directa al hospital y conexión con el parking.

También mejorará considerablemente la movilidad dentro del centro, con una separación meridiana entre pacientes externos y visitantes, que circularán fundamentalmente por la zona norte, el nuevo "centro de gravedad" del edificio, y los flujos internos del hospital -profesionales, pacientes internos, suministros- para mejorar la productividad y el tiempo de reacción en caso de emergencia. De hecho, se creará un número mayor de ascensores para esta circulación interna, con acceso directo, por ejemplo, al área de cardiología.

Estos son los números más puros pero, ¿qué supone este cambio para Cabueñes? "Sin duda, el centro se colocará a la vanguardia de la sanidad pública en España", estima del Busto, "para el Gobierno de Asturias, supone un gran compromiso con la sanidad pública y un gran esfuerzo económico". Por su parte, la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, aseguró que "es un proyecto de ciudad, para la salud de las personas y todos tenemos que ir de la mano como se está yendo. En ese sentido estoy muy contenta, es calidad de vida para todos".