"Lo quería más que a muchas personas". El hombre acusado de provocar la muerte de su perro, arrojándolo por el hueco del ascensor de su vivienda, se declaró esta mañana inocente en el juicio celebrado en el juzgado de lo Penal número 3 de Gijón.

El hombre, que atiende a las iniciales de F. C. R., asegura que, una vez subido en el ascensor, el animal -un cachorro de raza teckel- se precipitó al exterior, comenzando el ascensor la marcha lo que provocó que la correa se partiera, precipitándose el animal al foso y quedándose el acusado con la correa en la mano. "Me puse histérico, a llorar, me dio un ataque de ansiedad", enfatizó.

Una explicación que la Fiscalía, apoyada en el relato del técnico de ascensores que acudió al aviso, ve "imposible material y técnicamente", aseverando que, si eso ocurriese, el ascensor no podría comenzar la marcha.

Con él coincide el relato de la Policía que corroboró que el animal tenía la correa en el foso. Del mismo modo, el agente aseguró que el acusado "no se quiso hacer cargo del animal", arguyendo que "tanto cuento por un perro".

La Fiscalía entiende que el acusado dispone de una llave que le permitió abrir las puertas del ascensor para poder arrojar al animal a su interior, solicitando una pena de 15 meses de cárcel y una prohibición de tenencia de animales por 4 años. La defensa asegura que no hay pruebas que confirmen esa teoría y piden su libre absolución.