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Arcelor ultima el plan inversor para reducir la contaminación, que afectará al sínter

El Principado prevé tener lista a principios de diciembre la autorización ambiental integrada para la reconstrucción de las baterías de coque

Una vista de Arcelor. Ángel González

ArcelorMittal está ultimando el plan de inversiones para reducir las emisiones contaminantes en su factoría de Gijón, que va a presentar en los próximos días de Principado tras las conversaciones al respecto mantenidas entre la Consejería de Medio Ambiente y la multinacional siderúrgica.

En esas conversaciones el Principado ha puesto énfasis en la necesidad de reducir especialmente las emisiones continuas del sínter, las emisiones difusas de los parques de minerales y el trasiego de estos, así como la mejora de las instalaciones para disminuir la frecuencia de los incidentes esporádicos que causan intensas humaredas. Respecto a alguna de estas cuestiones, Arcelor ya había asumido hace tiempo mejoras, como el carenado de las cintas que transportan mineral por la factoría. En cuanto al sínter, la multinacional desarrolló un proyecto innovador en Gijón para disminuir drásticamente sus emisiones contaminantes, si bien esa nueva tecnología aún no la ha implementado en Gijón, optando por instalarla en primer lugar en su factoría de Bosnia.

El consejero delegado de ArcelorMittal para el Suroeste de Europa, José Manuel Arias, y el director de la siderúrgica en Asturias, Oswaldo Suárez, ya habían anunciado el pasado 28 de septiembre a los sindicatos que la compañía preparaba un plan de mejora medioambiental, con un programa asociado de actuaciones e inversiones. Días antes, el Ayuntamiento desvelaba en una reunión del Consejo Sectorial de Medio Ambiente las conversaciones "a alto nivel" entre el Principado y la siderúrgica sobre el problema de la contaminación en Gijón. Representantes vecinales y ecologistas consideran que las emisiones del sínter son la principal causa de la contaminación en barrios del oeste de Gijón, como El Lauredal, algo que ha venido negando la empresa. Principado y Ayuntamiento tienen en marcha estudios sobre el origen de esa contaminación. Estudios encargados por el Principado también atribuyen a la factoría gijonesa de Arcelor el mayor peso en la contaminación industrial en Gijón y vinculan su actividad con los días del año con peor calidad del aire en el concejo.

Por otro lado, además de negociar mejoras ambientales en la factoría gijonesa de Arcelor, el Principado también está tramitando la modificación de la autorización ambiental integrada para la reconstrucción de las baterías de coque de Gijón, imprescindible para poder construir esta instalación y ponerla en funcionamiento. Según fuentes del Principado, la modificación de esta autorización se encuentra en su fase final y estará lista para principios de diciembre. La puesta en funcionamiento de las baterías de coque no podrá suponer un empeoramiento de la calidad del aire en Gijón, por lo que los límites de emisión se adaptarán a ese objetivo, agregan las mismas fuentes.

El Principado también está modificando los límites de emisión del resto de instalaciones de la compañía siderúrgica en Asturias, salvo los de las baterías de coque de Avilés, que ya fueron revisados el año pasado.

Las mismas fuentes aclaran que Arcelor no ha desgajado ninguna parte del proyecto de las baterías de coque para acelerar la obra, con los movimientos de tierras. Lo que ha hecho es presentar por separado un plan para la retirada de suelo contaminado de la zona en la que se efectuará la obra, tierra que tendrán que entregar a un gestor autorizado para su descontaminación. El Principado ya ha concedido a la siderúrgica permiso para esta operación, que debe realizarse antes de comenzar la reconstrucción de las baterías.

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