Las abogadas de las familias de Katia Esteban y Cristina Arce, dos de las cinco chicas muertas en la fiesta de Halloween de 2012 en el Madrid Arena -la primera de origen gijonés-, pidieron ayer ante el Supremo que se condene a los doctores Simón Viñals y su hijo Carlos por homicidio imprudente al haber incurrido en "numerosas" negligencias. El Tribunal celebró una vista para dirimir 18 recursos de casación.

"La valoración de la Audiencia llegó a conclusiones ajenas a las pruebas", indicó la abogada de la familia de la joven de madre gijonesa. La letrada indicó que el fallo incurrió en "racionamientos absurdos", como por ejemplo que la avanzada edad de Simón Viñals no afectaba a su capacidad. "No podía realizar la actividad para la que fue contratado", apuntó. Los doctores "abandonaron sus obligaciones" y "vulneraron todas las normas".

La letrada de la familia de Cristina Arce, la ovetense María José Siñeriz Terrón, alegó errores de diagnóstico de Viñals durante la reanimación de la chica, "que se tendría que haber hecho durante al menos 30 minutos, pero se hizo sólo durante 22". Además, no se aplicó adrenalina.

El abogado de los médicos adujo que, por el tiempo entre la avalancha y la atención a las víctimas, "no se puede concluir que una atención médica distinta hubiera tenido otras consecuencias".

La defensa del principal responsable de la tragedia, Miguel Ángel Flores, negó que existiera un sobreaforo y responsabilizó al Ayuntamiento por la falta de seguridad, ya que el recinto no estaba legalizado y su pista era "inevacuable".