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IVÁN FERNÁNDEZ ARDURA | Precandidato a la secretaría general del PSOE de Gijón

"Necesitamos reunirnos menos entre nosotros y generar relaciones más hondas con la sociedad"

"Con Monchu García no ha habido opción para la integración, aunque todavía no la descarto si por su parte hubiese interés"

Iván Fernández Ardura, ayer, en la Escalerona, con el mar de fondo. MARCOS LEÓN

Iván Fernández Ardura (Gijón, 24 de agosto de 1974) es el claro ejemplo de cómo un militante de base puede acabar dirigiendo el PSOE gijonés. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, el candidato barbonista a la secretaría general siempre se mantuvo en un segundo plano, pese a llevar en la agrupación local más de 16 años. Por eso, si algo puede aportar Ardura es una "visión diferente: más fresca y de la calle". El aspirante socialista opina que el partido "está metido en una burbuja institucional" y que necesita abrirse más a la sociedad. Es una persona tranquila, tímida de primeras, a la que le gusta escuchar más que hablar.

- ¿Cómo es el PSOE que quiere liderar?

-Quiero que la militancia vuelva a ser la base del partido y que tenga capacidad de influencia. Eso, a la vez, permitirá que los afiliados se sientan identificados con la organización y la defiendan. También necesitamos un PSOE más adaptado a la realidad, más permeable y que sea capaz de que la ciudadanía lo perciba como su partido.

- ¿Y cómo se consigue todo eso?

-Para que la militancia se sienta dueña del partido, es necesario poner en marcha unos procedimientos que le den influencia. Para empezar, cuando tengamos decisiones de gran trascendencia, como puede ser un acuerdo electoral, habrá que consultar a las bases. También convocaremos como mínimo cada seis meses asambleas generales, donde la militancia pueda hacer un seguimiento de la comisión ejecutiva, de nuestros representantes, donde voten una vez al año la gestión...

- ¿Cómo captar a militantes jóvenes?

-Lo primero es que cuando se acerquen a la organización vean que su papel realmente cuenta. Y lo segundo es ir a los colectivos de jóvenes y trabajar de forma conjunta con ellos.

- Se trataría de que el partido saliese a la calle.

-Sí, salir, u organizar encuentros con colectivos que no necesariamente sean socialistas. El problema que tiene el partido es que sólo se relaciona con la sociedad los dirigentes y a veces ni siquiera los del partido, sino los institucionales. No podemos hacer reuniones para que vayamos nosotros mismos; hay que generar relaciones más profundas con los ciudadanos y atraer a gente que aporte ideas nuevas.

- ¿Qué opina del papel que ha desempeñado la gestora?

-La actividad del partido en estos últimos meses ha sido mínima. Los órganos del partido prácticamente no se han reunido, los grupos de trabajo no funcionan y desde octubre han puesto incluso inconvenientes para la participación de la ciudadanía. Con todo, estamos en un momento bajo para el partido.

- Barbonista, ¿por qué?

-Me identifico con el proyecto de Pedro Sánchez y Adrián Barbón porque va en la línea que estoy comentando. Por un lado, colocar a la militancia en el centro del partido, y por otro, buscar alianzas con las fuerzas progresistas de la ciudadanía.

- Su equipo indica en un manifiesto que "tenderán puentes a las fuerzas de la izquierda". Pero Xixón Sí Puede está ahora mismo muy distanciado del grupo municipal socialista.

-Estamos lanzando un mensaje claramente de izquierdas, que tendría que conectar con Xixón Sí Puede. El acuerdo no es fácil, pero como nueva dirección política tenemos que intentarlo y serán otros los que tendrán que valorar si quieren apoyar o no a la derecha gijonesa.

- Tanto Monchu García como Dulce Gallego defienden la bicefalia. ¿Usted?

-Desde luego que sí. Tiene que haber alguien que se dedique en exclusiva al partido. De lo contrario, la institución acaba comiendo a la agrupación y nos convertimos en un brazo del grupo municipal. Y el PSOE es algo más que eso.

- ¿Sumarán finalmente a Gallego a su candidatura?

-Lo tenemos prácticamente cerrado y esperamos anunciarlo próximamente. El talante fue positivo desde el principio por ambas partes y eso siempre lleva al acuerdo. Pero también tenemos claro que la integración no puede ser a base de puestos, hay que compartir planteamientos que encajen con nuestro modelo de partido. Por eso, es un tema que está avanzado pero que no se cierra fácilmente.

- También incorporaron recientemente a César González Herrerías. ¿Por qué apuestan por la integración?

-Lo primero que dije cuando me presenté es que quería unir a todo el partido sobre la base del proyecto de Pedro Sánchez y Adrián Barbón. Yo me acerqué a los espacios que estaban abiertos a ese acercamiento. Otros está claro que no y es totalmente legítimo. La idea de incorporar a otros aspirantes construye una candidatura más atractiva, llegamos a más partes del partido y hace su ejecutiva más fuerte.

- ¿Quiere decir que intentó también acercarse a Monchu García?

-Nos hemos visto en la Casa del Pueblo y hemos hablamos por teléfono, pero no ha habido opción para la unión. Yo aún no la descarto si por su parte hubiese interés, pero creo que no.

- ¿Qué opina de él?

-Es un compañero que lleva años vinculado a la organización y que cumple su papel. No me cae mal. Y desde luego si salgo elegido el domingo, tanto él como cualquier otro militante, si quiere, va a tener su espacio. No se trata de que se pongan a las órdenes de nadie.

- Y en el caso de Monchu García fuese el nuevo secretario, ¿qué pasará con usted?

-Pues nada, ser un militante de base. Llevo casi 20 años siéndolo. Y está claro que ahora o dentro de unos años volveré a serlo.

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