"Con los dolores que tiene mi mujer, hacerla esperar un año es una barbaridad. No sé si podrá contarlo. Además, los médicos de cabecera y de urgencias no quieren darle ninguna medicación estando por el medio la unidad del dolor". Así se pronunció ayer Luis Montoto, vecino de Lastres, en relación a su esposa, quien ayer mismo por la mañana recibió una notificación del Hospital Universitario de Cabueñes en la que se le da cita en la unidad del dolor para el lunes 12 de noviembre de 2018, a las 11.50 horas de la mañana. Faltan 354 días.

Rosario Fernández Castro tiene 70 años y sufre una escoliosis, una pronunciada desviación de su columna vertebral. Hace dos años, cuando su enfermedad había llegado al extremo de impedirle caminar, fue operada en Cabueñes. En el momento actual, su situación vuelve a ser grave. "Puede mantenerse en pie, no camina y tiene unos dolores horrorosos", explicó ayer su marido. El traumatólogo que la operó les ha dicho que el resultado de la intervención de columna fue satisfactorio, y que lo que ahora sufres es una artrosis.

Tanto aumentaron los dolores, que la mujer acudió de nuevo a Cabueñes. "Nos derivaron a la unidad del dolor y le dieron una infiltraciones. Se sintió aliviada cuatro o cinco días, pero acto seguido volvieron las molestias", relata Luis Montoto. Eso sucedió a principios de octubre. El anestesista les dijo que les llamarían para interesarse por la marcha de la situación. La llamada no llegaba, y el matrimonio volvió al hospital gijonés. Les atendió un médico distinto, quien les explicó que el siguiente intento debía consistir en una terapia basada en un sistema de electrodos. "Nos dijeron que la espera sería breve", relata. Ayer recibieron una carta en la que les señalan la fecha de la cita: 12 de noviembre del año que viene.

"Mi mujer está muy mal", clama Luis Montoto, con el agravante de que los médicos del centro de salud o de los servicios de urgencias no se atreven a prescribirle medicación alguna para las molestias por estar en marcha un tratamiento de dolor. "Tienen que comprender que están tratando con personas mayores, y que si tienen un poco de humanidad no pueden hacernos esperar tanto tiempo", apostilla el ciudadano lastrino.