En una foto de hace unos años aparecen Barack Obama y Angela Merkel observando con detenimiento un móvil de última generación. ¿Quién falta en la imagen? "Mariano Rajoy, nuestro presidente del gobierno". La afirmación la hizo ayer Pablo Oliete, experto en industria 4.0, durante la jornada de la Cátedra Milla del Conocimiento Gijón Smart Cities. Y la hizo como crítica nada velada a la falta de participación activa del gobierno en el "necesario e imparable" proceso de digitalización de la industria a todos los niveles.

Oliete, licenciado en Ciencias Económicas y entregado a la causa de la creación de un ecosistema de tecnologías que faciliten la implantación de la industria 4.0, ofreció una charla por videoconferencia en la que advirtió a los asistentes a la jornada de las "luces y sombras" que se ciernen sobre el futuro digital. Ante el gran reto de hacer que la industria española pase por este aro, Oliete apostó claramente por "la colaboración, hasta con nuestros competidores, y el trabajo en equipo", porque sólo de esta manera se podrá hacer frente a unos desafíos cada vez más exigentes. "Tenemos que aportar el conocimiento para el bien común", expuso el experto, porque "se trata de definir estrategias globales", por encima de la competitividad entre pares.

Pablo Oliete sostuvo en su intervención que el papel de los políticos en este proceso es "clave", si bien "no todos los ámbitos están trabajando igual de bien en este sentido". Como buen ejemplo de dinamizador de la cultura del 4.0 citó "la secretaría general de Industria", que a su juicio "sí está haciendo bien las cosas para allanar el camino hacia la digitalización". Pero "el tiempo pasa muy rápido y la implementación de la política va en cambio muy lenta", lamentó. En este sentido Oliete señaló cómo por un lado "se nos pide que definamos la hoja de ruta de las empresas", algo que no siempre se consigue en el tiempo que demandan las compañías para no perder posiciones en la carrera digital. Y por otro lado, para el experto existe un déficit de formación. "Además de los diagnósticos de cada empresa tenemos que ocuparnos de formar a las personas que van a desarrollar las hojas de ruta; la formación es fundamental", advirtió antes de señalar algunas herramientas útiles para la difusión de la importancia de la industria 4.0. "Twitter y Linkedin son un buen ejemplo para dar visibilidad a esta ola que nos arrastrará a todos", indicó.

Y por eso, para manejar los grandes cambios a nivel global "necesitamos que la clase política esté comprometida; toda la clase política es importante y no podemos prescindir de nadie porque queda mucho por hacer", afirma Pablo Oliete. Y en este contexto, y de ahí la reflexión sobre la fotografía de Obama y Merkel, "los presidentes del gobierno son imprescindibles, son ellos los que deben participar activamente en la difusión de las nuevas tecnologías". Y paralelamente, "no podemos pretender que la Administración lo haga todo, no puede resolver todos los problemas porque esa también y fundamentalmente es una cuestión de las empresas", puntualizó el ponente.

Así las cosas, el reto actual pasa por "desarrollar ecosistemas 4.0". Esto es, facilitar la implantación de las nuevas tecnologías organizando, por ejemplo, eventos para intercambiar experiencias motivadoras de éxito. De lo contrario, "la brecha digital provocada por las tecnologías emergentes tendrá consecuencias inimaginables para países y regiones", advierte Oliete. Por ello es necesario "apostar por la capacitación, que en España sigue siendo ínfima", con el desarrollo de políticas empresariales de talento digital porque "la industria 4.0 no es una moda, es una realidad que nos va a arrollar; no hay que preocuparse, hay que ocuparse, concluyó".

En el plano local ya se están desarrollando varias iniciativas de divulgación y fortalecimiento de la estrategia de cara a los ciudadanos. Ayer se presentó el proyecto "Smart Gijón Streetshow", que pretende convertir el entorno del Paseo de Begoña en un punto clave de relación activa de los vecinos con las nuevas tecnologías aplicadas a la ciudad. Así, varias farolas y una fuente del estanque de patos serán monitorizadas de manera que quien lo desee pueda interactuar con ellas desde su teléfono móvil. Será a través de un código QR y de una aplicación concebida como un juego con la que los usuarios podrán regular el caudal de luz y de agua de farolas y fuentes. Así, se planteará como reto adivinar cuál sería la reducción óptima de los consumos de energía eléctrica y del gasto de agua corriente. También se actuará sobre los pasos de cebra para estudiar la relación de los peatones con las señales luminosas, y se colocarán pegatinas informativas en el suelo para fomentar al máximo la participación vecinal. La aplicación para los móviles estará disponible la próxima semana, como señaló el profesor y director de la Cátedra, Pablo Arboleya.

El juego forma parte de la estrategia global puesta en marcha en Gijón para hacer de la villa de Jovellanos una ciudad inteligente de primer orden, con un plan en marcha para un nuevo sistema de gestión del alumbrado público y la mejora de la gestión de los consumos en los edificios de titularidad municipal.