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Mil quinientas historias en Pumarín

"¡Parecía que éramos ricos!", recuerdan las primeras moradoras de las célebres viviendas, objeto ahora de una exposición

Varios de los visitantes durante los primeros días de la exposición. MARCOS LEÓN

El blanco y negro de las fotografías que conforman la exposición "Vivienda y desarrollo urbano en Gijón. Las mil quinientas de Pumarín" que ayer fue inaugurada de forma oficial en el Centro Municipal Integrado Pumarín Gijón-Sur, llama a recordar, a rememorar cómo fue la vida de aquellos primeros moradores de estas casas creadas para paliar la ingente falta de vivienda que acuciaba la ciudad en la década de los cincuenta.

"¡Parecía que éramos ricos!", relató ayer Encarna Varela, una de las primeras personas en acceder a los pisos, en el año 1961, uno después de que finalizase su construcción. "Yo que venía de lavar en el río, solo tener un lavadero en la terraza me parecía un lujo", aseguró esta llanisca de nacimiento que, al principio de los sesenta, se mudó a Gijón, a las mil quinientas, "para trabajar, como todos".

Estas construcciones estaban pensadas como unas viviendas para trabajadores, pero con un gran valor diferencial, ya que fueron diseñadas conforme a los postulados más modernos de construcción social, "algo muy novedoso y que tardó en volver a hacerse", aseveró en el día de ayer Maximino Suárez, comisario de la exposición. "Pumarín era un islote en la zona periférica, era una ciudad satélite, la que no salía en las revistas", enfatizó.

Una ciudad paralela a la propia ciudad en la que "cuando llegamos, los niños jugaban en la carretera, porque no pasaba ni un coche", rememoraron Rosario García y Esther González, quienes pasaron en las mil quinientas "una vida entera" y que recordaron ayer, con orgullo, que "nos vimos negras para pagarlas".

El momento más emotivo del acto lo protagonizó Esteban Calleja, presidente de la Asociación de Vecinos "Severo Ochoa" de Pumarín, quien no pudo reprimir las lágrimas en su discurso. "Estoy muy orgulloso de este Pumarín, lo llevo dentro", arguyó con la voz entrecortada, apoyado en los aplausos del numeroso público asistente.

La exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 21 de enero en el hall del Centro Municipal Integrado Pumarín Gijón-Sur, corresponde a un proyecto ideado hace una década y que tiene detrás más de dos años de trabajo basados en la "generosidad y el esfuerzo de los habitantes del barrio, que cedieron fotografías, objetos y todo tipo de material", recalcó Cristina Suárez, comisaria de la muestra. Una exposición que busca "dar a conocer elementos históricos que formaron parte de la vida cotidiana del barrio para recuperar la memoria histórica de Pumarín", en palabras de la edil de Cultura, Montserrat López Moro. Una memoria que, inalienablemente, se escribe en base a las mil quinientas, germen y baluarte de Pumarín.

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