Las dos plantas de sinterización de la factoría de ArcelorMittal en Gijón no sólo se llevarán la parte más sustancial de las principales inversiones ambientales de la multinacional siderúrgica en Gijón, con 33 millones de euros para ambos sínter, sino que también se realizarán con mejoras tecnológicas que está desarrollando la multinacional siderúrgica, que espera que se traduzcan en que se puedan alcanzar niveles de emisión inferiores a los 10 miligramos de partículas contaminantes por metro cúbico normal de aire. Se trata de unos niveles de emisión que, de alcanzarse, serían una cuarta parte de los establecidos por el Principado en la Autorización Ambiental Integrada para los sínter.
En el caso de los dos sínter, las medidas que se implantarán serán un desarrollo tecnológico posterior al que la siderúrgica ya implantó en su planta de Zenica (Bosnia), que redujo drásticamente las emisiones.
Objetivos como éste explican por qué Arcelor ha resaltado que su plan de inversiones medioambiental en Asturias dejará listas a sus instalaciones para cumplir con la normativa futura en materia medioambiental, una normativa que se está endureciendo por directrices de la UE.
De hecho, las inversiones para reducir las emisiones al aire en los dos sínter, así como en la acería de Gijón (ya efectuada), el tratamiento del lavado de gas en los hornos altos y la construcción de la nueva coquería de Gijón se realizarán conforme a las nuevas especificaciones comunitarias sobre mejores técnicas disponibles para la producción de hierro y acero.
Las baterías de coque, la acería de Gijón y los dos sínter acumulan el 70% de las emisiones contaminantes de ArcelorMittal en Asturias.
Por eso, Arcelor considera como inversión medioambiental la construcción de las nuevas baterías de coque de Gijón, que tendrán que amoldarse a una Autorización Ambiental Integrada mucho más restrictiva respecto a la contaminación que la que tienen las baterías de Avilés, que Arcelor va a cerrar en 2019, año en el que entrarán en servicio las de Gijón. El cambio producirá una reducción drástica, tanto en emisiones al aire como al agua. A este último respecto, el consumo de agua de las baterías gijonesas será casi 22 veces inferior al de las avilesinas.
Las baterías de coque de Arcelor en Veriña supondrán una inversión de 130 millones de euros. La multinacional contempla otra inversión en mejoras medioambientales de 97 millones de euros. Las cifras podría parecer que no casan, conforme al anuncio que hizo la siderúrgica el pasado lunes en La Granda (Avilés) de un gran paquete de 210 millones de euros para grandes inversiones, más otros 4 para inversiones ambientales de menor calado y otros 8 millones de euros anuales hasta 2022 (40 millones en total) de pequeñas actuaciones ambientales. La explicación es que en los 210 millones anunciados por Arcelor se incluyen las obras de las baterías, pero no la inversión total en las mismas, al no contemplar los desembolsos realizados este año en trabajos preparatorios.
La Autorización Ambiental Integrada de las nuevas baterías de coque de Arcelor se tramitará el viernes de la semana que viene en la Comisión para Asuntos Medioambientales de Asturias (CAMA) del Principado.
Además de las inversiones, el plan medioambiental de Arcelor contempla medidas para atajar o reducir al máximo incidentes medioambientales, como los que dan lugar a las llamativas nubes rojizas que se suelen originar en los hornos altos o en la acería gijonesa.
El plan contempla potenciar mejores prácticas ambientales en la empresa, equiparándolas a las de prevención de riesgos laborales. La sensibilización de los trabajadores y la elaboración de un manual de buenas prácticas son claves para evitar incidentes medioambientales o para reaccionar más rápidamente cuando se producen. Arcelor ya ha creado una comisión de medioambiente con los sindicatos.
