Una convocatoria de empleo público con pocas plazas, un temario especial para un auxiliar administrativo, convocado con escaso margen de tiempo y con quejas de candidatos por las pruebas, resume el proceso selectivo que realizó ayer la Empresa Municipal de Aguas (EMA) en el recinto ferial Luis Adaro, al que asistieron alrededor de 1.300 de los 2.164 inscritos para la prueba. La cifra es una estimación sindical, dado que ayer se pasó lista en los tres pabellones del recinto ferial que acogieron los exámenes, pero no se hizo el recuento.

En juego están 5 plazas fijas de auxiliar administrativo y una bolsa de empleo de 40 personas. No habrá más exámenes, sino que a los 100 candidatos que obtengan la mejor nota se les valorarán los méritos, para escoger entre ellos.

No está claro si este proceso selectivo, al igual que ocurrió con otros del Ayuntamiento, acabará derivando en impugnaciones por alguno de los candidatos. Asistentes a la prueba señalaron que se permitió a participantes ir al baño (acompañados de un vigilante) a mitad del primer examen, el de conocimientos que incluía en el temario las normas ISO y el Plan General Contable. Otros participantes se quejaron de que la segunda prueba fuera un test de personalidad, cuando esperaban preguntas de un test psicotécnico y también de aptitud. La empresa no permitió a los participantes llevarse las preguntas.

Los candidatos tuvieron que hacer cola pacientemente para ir entrando al recinto ferial a partir de las diez de la mañana. Desempleados y personas en busca que un trabajo estable eran los que aguardaban. Entre ellos la gijonesa Lorena Ruiz, desempleada de 29 años que se presentaba a esta prueba, después de haber participado en otras oposiciones de Soto del Barco y del Ayuntamiento de Gijón. Opositar para ella es sólo una forma más de intentar lograr un empleo: "busco todos los días trabajo, en la Agencia Local de Empleo, en la Fundación Mujeres y estoy apuntada al Inem". Su última ocupación, hasta febrero de este año, fue en el área de protocolo del Ayuntamiento de Gijón, donde fue destinada tras haber entrado en uno de los planes de empleo municipales.

El gijonés José Manuel García, de 33 años, sí tiene ocupación, como mozo de almacén. Se presenta "para tratar de conseguir un empleo mejor y mayor estabilidad", señalando que "han dado muy poco tiempo para preparar el temario, que no era fácil porque lo relativo a las normas ISO era difícil de conseguir".

La también gijonesa Estela García, de 39 años, que trabaja por temporadas en hostelería, lleva año y medio presentándose a oposiciones y confía en que alguna "va a caer tarde o temprano", aunque no tenía mucha confianza en que sea la de la EMA, porque el temario difiere sustancialmente del de cualquier oposición municipal para auxiliar administrativo. "Sólo tuvimos 21 días para prepararnos, desde la convocatoria; con tan poco tiempo y un temario tan especial, o están dadas las plazas o las sacará a quien le suene la flauta".

Entre quienes intentan obtener un empleo en la EMA también hay personas que se vieron en el paro a raíz de la crisis que azotó a sus antiguas empresas. Es el caso de la ingeniera química ovetense Piedad Fernández, de 46 años, en paro hace más de tres debido a una reducción de plantilla de la ingeniería para la que trabajaba. Oposita porque "a mi edad no me cogen en ningún sitio".

Más años en paro lleva la gijonesa Matilde Cofiño, auxiliar administrativa en Naval Gijón hasta que el astillero cerró en 2004. Intentó prepararse para esta prueba en una academia, aunque "dieron muy poco tiempo y con un temario un poco raro".