Los afectados por las expropiaciones del PERI de El Arbeyal, donde aún quedan una vivienda y dos naves industriales en pie -una de ellas en activo con cuatro trabajadores- se encadenaron ayer durante alrededor de media hora, a la verja de la vivienda en la que reside la última familia que rechaza marcharse al precio que le ofrecen los promotores. De este modo quisieron simbolizar su resistencia al desalojo que formalmente podría hacerse desde ayer, pero que los promotores del PERI, incluido el Ayuntamiento, señalan que no se producirá hasta que concluyan las fiestas navideñas.

Los afectados están pleiteando en los tribunales, al estar disconformes con el precio ofrecido por sus bienes. Tienen además la intención de acudir a instituciones de la Unión Europea para pedir amparo contra las expropiaciones, que consideran que no deberían producirse antes de que los tribunales decidan qué precio fijar para las expropiaciones. Los vecinos de la vivienda afectada señalan que con lo que les pagan por la misma y su finca no les daría ni para comprar un piso de la futura urbanización.