Los vecinos de la zona rural, los más afectados por la proliferación del jabalí, proponen donar los ejemplares abatidos en el concejo a la Cocina Económica u otra entidad benéfica. "Lo lógico sería dar salida a esa carne en vez de llevarla a quemar a Cogersa", consideran en las zonas donde se han sufirdo los mayores daños por la presencia de la especie, siempre que cumpla los controles sanitarios pertinentes. Los cotos y la Guardería de Medio Natural mataron en lo que va de año a 53 ejemplares, que, de haber pasado por los fogones, habrían dado de comer a centenares de personas. Los colectivos vecinales insisten en que la única solución para combatir la plaga del jabalí es cazarlo, pero piden que las batidas controladas las realicen cazadores y no guardas de la consejería de Medio Ambiente, que, a su juicio, "apuntan para el lado opuesto".
No es la primera vez que los vecinos plantean donar los suidos a una asociación de ayuda a los más desfavorecidos. La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos Rural "Les Caseríes", Soledad Lafuente, ya lo propuso en un Pleno reciente en el Ayuntamiento de Gijón como solución al aumento de ejemplares. Los afectados ponen de nuevo su propuesta encima de la mesa ahora que el Gobierno municipal llevará a cabo un plan específico de control poblacional de la especie. El concejal Esteban Aparicio adelantó esta semana en una reunión que están a la espera de recibir las medidas planteadas por el Principado. "No sabemos en qué van a consistir, pero por lo menos vemos predisposición del Gobierno en solucionar el problema. Vamos por el buen camino", valora José Ángel Álvarez, presidente de la asociación de vecinos Vegas Bravas de Poago.
Según las estadísticas regionales, el jabalí causó daños en prados y huertas por valor de 12.958 euros. La mayor parte de ellos concentrados en la zona este del concejo, entre las parroquias de Porceyo y Deva. Los afectados rechazan la esterilización de hembras, como propone Xixón Sí Puede, y abogan por incrementar el número de batidas. "La experiencia nos demuestra que la única solución es la caza. Y sabemos dónde están los jabalíes encamados para poder hacer cacerías sin riesgo", opina José Luis Pérez, cazador y presidente de la asociación vecinal San Jorge de Santurio. Lo mismo expresa Manolo Posada, de la asociación San Julián de Roces: "Los tenemos por todas partes. Aquí lo único que se pide es cazarlos y dejarnos de tonterías". José Ángel Álvarez, de Poago, sostiene por su parte que "está bien ser animalista, pero, como decimos en la aldea: cuando el carro pasa delante de las vacas, mal vamos".
Los vecinos piden además que los controles de jabalíes sean realizados por cazadores en vez de por guardas, puesto que, critican, "si pueden, apuntan para el lado opuesto". "No tienen interés de matar suidos y hay que pagar horas extras", protesta José Luis Pérez. Según fuentes de la consejería de Infraestructuras, Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, este año se llevan abatidos en el concejo 53 suidos, 20 de ellos por parte de la Guardería del Medio Natural y el resto, por cazadores de los cotos regionales de Llanera y Cordal de Peón. Entre los datos más llamativos destaca que ocho jabalíes fueron eliminados como resultado de los "perreos", técnica que consiste en utilizar perros para ahuyentar a los suidos hacia los cotos. Los ocho ejemplares se encontraban en la zona de seguridad de Gijón -la segunda más grande Asturias con 9.336 hectáreas- en la que está prohibida la caza.
