Apareció pero lo suyo fue un visto y no visto. Casi un espejismo. El responsable de la tintorería del barrio de La Arena que el pasado miércoles, día 27, cerró el establecimiento sin previo aviso -con decenas de prendas de ropa en el interior- abrió ayer las puertas del comercio pero sólo por la mañana. "Nos atendió como si nada hubiese pasado", relata José Luis López de Linares, uno de los afectados que una semana después, al menos, logró recuperar la cazadora de su hijo que él había dejado para un limpiado exhaustivo.

En la mañana de ayer, como lleva haciendo desde que el miércoles se encontró cerrada la tintorería, llamó por teléfono y el dueño le respondió. Acto seguido acudió al establecimiento de la calle Ezcurdia y recuperó la prenda, aunque sin lavar. "Estaba igual que como se la dejé, pero no me devolvió los 15 euros que había pagado ya", relata López de Linares, que también le pidió explicaciones por lo ocurrido. "Me dijo que estaba en Valladolid, que no sabía nada y que fue culpa de su empleada que le dejó tirado, que pensaba que todo seguía abierto y en funcionamiento; pero no me lo creo porque fue la empleada quien llamó a la policía al no poder localizarle", añade este gijonés afectado que ha denunciado los hechos en el Juzgado.

Pero lo suyo ha sido una odisea desde que dejó la prenda el martes y el tintorero le instó a recogerla el miércoles por la tarde. Se pasó varias veces por la tienda el miércoles sin resultado, y lo mismo el jueves. Ese día, recuerda, había más gente a la puerta de la tintorería que trataba de recuperar su ropa sin éxito, así como dos agentes de la Policía Local que acudieron al negocio alertados por la empleada, quien llegó el miércoles a su trabajo y no pudo entrar: el dueño y las llaves habían desaparecido.

Otros clientes recibieron la misma explicación -que la culpa era de la empleada- aunque sin el éxito de recuperar sus pertenencias. Una joven, que había llevado un vestido de boda que no pudo utilizar para el enlace al que estaba invitada, se volvió con las manos vacías. En su caso -que denunciará los hechos en Consumo- le dijo que lo había llevado a otra tintorería de Laviana y que volviera al día siguiente. Otros afectados ya se la encontraron cerrada por la tarde y sin ningún cartel que lo justificase.