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Las constructoras temen que el freno de las ayudas a fachadas ralentice el sector

"Positivo no va a ser, se va a paralizar una barbaridad, ahora que estaba remontando", aseguran los empresarios tras la decisión del Ayuntamiento

Obra de rehabilitación de una fachada en el frente del Muro de San Lorenzo. MARCOS LEÓN

El anuncio del Ayuntamiento de Gijón de paralizar de facto la recepción de nuevas solicitudes de subvenciones para la reforma de edificios -en el día de ayer, en la comisión de Hacienda, Ana Braña confirmó que desde el pasado 1 de enero, y hasta nuevo aviso, no se van a recepcionar más peticiones- ha caído como un jarro de agua fría para las constructoras gijonesas. El Ayuntamiento, que atesora 481 expedientes a los que aún no ha dado respuesta, decidió, haciendo caso a un informe de la Sindicatura de Cuentas, reescribir las bases generales de las ayudas, cuyas convocatorias pasarán a estar vinculadas a una partida presupuestaria concreta, en un periodo temporal acotado y no por orden de llegada, sino en base a unos criterios que están aún por definir -el Consistorio estima un plazo de tres meses para la presentación del borrador-.

"Está claro que positivo no va a ser", expresó ayer Alejandro González, gerente de la constructora Daybasa, centrada en la eliminación de barreras arquitectónicas -colocación de ascensores- en edificios, una tipología de obras que también se ve afectada por el parón. "Va a ralentizar el sector una barbaridad, ahora que estaba remontando", explicitó González, "las comunidades que hacían las obras por mejorar la fachada, van a dejar de hacerlo, ahora sólo lo harán por obligación". González asegura que "antes la gente se lanzaba a hacer obras por la seguridad de que iba a recibir una ayuda, aunque no supiera cuándo".

Para el constructor gijonés, ahora existe el riesgo de "mini crisis" pero entiende que "estaba claro que el ritmo de concesión de subvenciones tenía que parar, tampoco era positivo la cantidad de expedientes que había parados". González explica que "hasta que se abra la primera convocatoria, va a ser complicado", además de hacer hincapié en que, de ahora en adelante, debido al cambio de las bases, "ya no sabes si te tocará la subvención".

Con él coincide Jesús González, director financiero de la constructora Murart. "Nos afecta, pero también es cierto que contábamos que la forma en que se estaban haciendo las cosas no podía seguir", explicó González, "Gijón es un caso extraordinario a nivel nacional, con un volumen de obra descomunal, apoyado en las ayudas públicas". González, por tanto, entiende "positivo ponerse al día con todo lo que se venía arrastrando", una cuestión que podría llegar "hasta 2020". El director financiero ve con buenos ojos "que se valoren ciertos criterios y se concedan las subvenciones en función a los méritos".

Una de las grandes empresas del sector constructivo asturiano, Esfer, declinó en el día de ayer "hacer juicios de valor hasta conocer las bases", pero sí confían en que estas sean "lo más beneficiosas posibles para el sector, el empleo y las comunidades de vecinos", aseverando que, ahora, "a falta de obra nueva, era la rehabilitación de fachadas la que estaba tirando del sector".

Por su parte, el portavoz municipal del PSOE, José María Pérez, criticó en el día de ayer al gobierno forista por utilizar un informe de la Sindicatura de Cuentas "de marzo de 2015" para modificar las bases de las subvenciones de rehabilitación de fachadas. "Meten los informes en el cajón y un buen día los sacan para ponerlos como excusa para paralizar la ciudad", protestó Josechu. El socialista añadió una cifra alarmante: las ayudas aprobadas pendientes de pago ascienden a 16,15 millones de euros. "Es una irresponsabilidad", denunció Pérez, que puso como ejemplo el barrio de Portuarios. "En 2016 nos convocaron en el barrio para concretarnos cómo se iban a ejecutar las obras y hoy sigue creciendo el verdín en las cubiertas de los edificios", señaló.

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