El desalojo de los vecinos afectados por las expropiaciones del PERI de El Arbeyal, donde aún quedan una vivienda y dos naves industriales en pie -una de ellas en activo-, comenzó esta mañana antes de lo previsto. A las ocho de la mañana agentes de la Policía Local impidieron el paso a familiares de los inquilinos protagonizando momentos de tensión.

Los ánimos se fueron calmando poco a poco aunque los afectados mantienen sus críticas por el desalojo, que todavía no se ha completado. "Nos tratan como si fuéramos de la ETA, estas son nuestras casas, no somos ocupas", relataba Violeta Suarez, una de las afectadas. A su marido, Eleuterio García, con gripe, se lo llevó la Policía al hospital de Jove.

La Policía Local, que en todo momento mostró comprensión con los afectados, les permitirá ir sacando paulatinamente todas sus pertenencias, incluidas las gallinas de una de las moradoras.

Los afectados por las expropiaciones del PERI de El Arbeyal se encadenaron el pasado mes de diciembre durante alrededor de media hora, a la verja de la vivienda en la que reside la última familia que rechaza marcharse al precio que le ofrecen los promotores. De este modo quisieron simbolizar su resistencia al desalojo.

Completar el derribo

Las dos naves industriales, -en una de las cuales, una marmolería, se sigue trabajando- y la vivienda son los únicos inmuebles que permanecen en pie en la zona, donde ya se han demolido el resto de edificaciones. Completar los derribos con el desmantelamiento de estos tres edificios es el último paso antes de iniciar la urbanización de los terrenos afectados.

El conflicto judicial con los propietarios que hasta ahora se han negado al desalojo, disconformes con el precio que les ofertan por sus inmuebles, está retrasando ligeramente los planes de los promotores de la futura urbanización de doscientas viviendas y espacios dotacionales de usos deportivos, que preveían iniciar la urbanización antes de que concluyera este año, algo que parece que no va a ser posible, a tenor del plazo dado por el juez a los propietarios que se resisten a dejar sus inmuebles. Los derribos en el ámbito del PERI comenzaron el pasado 3 de julio.

El Ayuntamiento de Gijón forma parte de la Junta de Compensación del PERI 01 de El Arbeyal, junto a Solvia y el Club Natación Santa Olaya, en una de las operaciones urbanísticas más relevantes de las pendientes en Gijón.