Gijón no podrá, a priori, aminorar el elevado coste del plan de vías -786 millones, de los cuales 83 los pondrá la ciudad- con la construcción de viviendas sobre la nueva cubierta que ocultará el tren desde el Palacio de Justicia hasta La Calzada. Los técnicos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) aseguran que la futura estructura, que conectará los barrios de Moreda y El Polígono, "no soportaría edificaciones" y el objetivo es destinarla únicamente a "zona verde". El diseño definitivo del parque "se concretará en un estudio informativo", aún por redactar. El Ministerio de Fomento detalla que a partir del río Pilón, en Moreda, las vías descenderán hasta llegar a la estación intermodal, a la altura del Museo del Ferrocarril, para librar la diferencia de pendiente. De hecho, los tres tipos de trenes -largo recorrido, Feve y Renfe- llegarán a distinto nivel a la zona soterrada de la futura comisaría de la Policía Local, con seis vías.
Adif, Principado y Ayuntamiento acordaron el martes prolongar la integración ferroviaria hasta La Calzada, abaratando la propuesta municipal de soterrar mediante tuneladora una distancia de 2,2 kilómetros, desde el centro de la ciudad hasta las inmediaciones del apeadero de La Calzada. La infraestructura costaría unos 160 millones de euros adicionales, por lo que el Ministerio optó por una solución intermedia de 70 millones a financiar entre las tres administraciones en función de su participación en Gijón al Norte: 50% Adif, 25% Principado y 25% Ayuntamiento. El proyecto consiste en cubrir, en vez de soterrar, el trazado ferroviario desde el Palacio de Justicia hasta la avenida Príncipe de Asturias en el caso de las líneas de cercanías Gijón- Langreo y Gijón- El Ferrol, y hasta la calle Bertolt Brechet en la línea Renfe Gijón- Oviedo. Es decir, el cubrimiento no llegaría exactamente hasta el apeadero de La Calzada, sino que acabaría unos 300 metros antes.
Sobre los detalles de la cubierta, los técnicos de Adif concretan que únicamente podrá utilizarse como zona verde, ya que no soportaría edificaciones. Ello significa que la sociedad Gijón al Norte no podría, en principio, sacar provecho urbanístico de esta zona, superior a 1,5 kilómetros. La solución es un parque, que servirá al Ayuntamiento conectar peatonalmente Moreda y El Polígono, eliminar el puente de Carlos Marx, y ejecutar proyectos pendientes, como el desdoblamiento de la avenida Juan Carlos I y la conversión en bulevar de la avenida Príncipe de Asturias.
Todo ello elevará la obra, con un plazo de ejecución aproximado de siete años, a los 786 millones -sin incluir plusvalías-. Tanto el Principado como el Ayuntamiento de Gijón tendrán que poner de su bolsillo 83,34 millones cada uno. El consejero de Infraestructuras, Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Fernando Lastra, asegura que no existen proyectos tan cuantiosos en ciudades asturianas. "Es una obra enormemente cara", enfatizó. Ni siquiera el plan de vías de Avilés superará la inversión económica, según prevé el Gobierno regional.
El coste del proyecto gijonés también sobrepasa en dinero a grandes obras, como la construcción del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) -la obra civil supuso 295,8 millones de euros, pero si se suman a ello el equipamiento, la informatización y la urbanización del entorno, la factura total rondó los 500 millones- o la ampliación de Cabueñes -unos 100 millones-.
Según la última tasación, realizada en abril de 2016, el valor del suelo liberado por las vías del tren tenía para el mercado 214,94 millones. De esa época fue el frustrado intento de Gijón al Norte de vender las dos parcelas más cercanas a la plaza del Humedal para hacer pisos. Nadie presentó ofertas por su elevado importe. Como ejemplo, el solar más céntrico, de 5.085 metros cuadrados, que salió a la venta por 41.890.851 euros más IVA. Fomento exigió al Ayuntamiento modificar "de forma inmediata" el planteamiento urbanístico, aún en tramitación, para adecuarlo a la integración ferroviaria.
