La plataforma Ecologistas en Acción mostró ayer su preocupación por el desconocimiento de cuales van a ser los niveles de emisión autorizados a las nuevas baterías de coque de Arcelor-Mittal en Gijón, cuya autorización ambiental para su reconstrucción ya ha sido publicada en el BOPA (Boletín Oficial del Principado de Asturias), una vez que se supo en diciembre que estaba concedida.

Los ecologistas critican que "una vez más la revisión se hace sin el trámite de consultas ambientales, lo que genera una clara indefensión a quienes somos críticos con esta nueva instalación y sus precarias condiciones", y lamentan que en la autorización ambiental no se contemple "el impacto de las emisiones fugitivas de diversas fuentes, como fugas en tapaderas, puertas de hornos y puertas de niveladores, tubos ascendentes y emisiones generadas por la carga de carbón, deshornado y apagado del coque". Otros de los asuntos que critican desde la plataforma son la falta de soluciones "a los vapores generados en el proceso de apagado y el arrastre de partículas de polvo en suspensión" o la ausencia de un estudio de dispersión de las partículas de menos de 2,5 micras, "las más pequeñas y peligrosas".

Las baterías de coque producirán 1,1 millones de toneladas al año, con un consumo de carbón de 1.385.000 toneladas en un proceso que generará 497,66 millones de metros cúbicos de gas pobre al año que se usará como combustible en instalaciones de la factoría; 42.048 toneladas al año de alquitrán; 3.416 toneladas al año de azufre y 876 toneladas al año de naftalina.