Pacientes del área sanitaria V en lista de espera para realizarse una resonancia diagnóstica en Cabueñes están empezando a ser citados en el Hospital de Begoña. El centro privado ha iniciado así la atención de casos enviados desde el Sespa, fruto del concurso resuelto el pasado año con el que el Servicio de Salud del Principado optaba por reforzar la prestación de servicios echando mano de los centros privados de la región para resolver el problema de las listas de espera en pruebas diagnósticas, principalmente en resonancias magnéticas. Un contrato que en el caso de Gijón tuvo al Hospital de Begoña como principal adjudicatario con ocho lotes distintos, principalmente de resonancias, que suman algo más de 450.000 euros. El Centro de Imagen El Molinón es la otra empresa gijonesa que también recibirá trabajo vinculado a la lista de espera del Sespa. En su caso, un porcentaje menor de pruebas, por valor de 11.200 euros.

En total, el Sespa determinó el pasado año que cerca de 22.000 pruebas de diagnóstico por imagen (resonancias, TAC, y ecografías, pero sobre todo resonancias) se derivasen en los próximos dos años a centros privados por un importe máximo de adjudicación de dos millones de euros. El acuerdo marco para la contratación reconocía sin ambages que "la demanda de los servicios sanitarios es en la actualidad muy superior a la capacidad de los recursos públicos para satisfacerla, resultando necesaria la contratación externa de determinadas técnicas y procesos diagnósticos". Pruebas en torno a las cuales el pasado año se había desatado la alerta por el gran número que llegaban a acumular.

Resuelto a final de año el contrato que abrió el Sespa, las derivaciones de actividad han comenzado hace pocas semanas en Gijón. "El Sespa nos facilita los listados de los pacientes a quienes debemos atender y los citamos nosotros mismos, así que la comunicación les llegará del Hospital de Begoña", explicó Pablo Hernández Fernández-Canteli, gerente del centro sanitario privado gijonés. La citaciones podrán realizarse "incluso algunos sábados", advierten desde el centro.

En Begoña lo pactado es "hacernos cargo de distintos tipos de resonancias", que podrán ser derivadas de la lista de espera de Cabueñes, pero también de Arriondas y otras áreas. "La idea es que puedan llegarnos pacientes de diversas zonas de la región", admite el gerente.

El Hospital de Begoña pudo entrar en la licitación abierta por el Sespa porque desde hace un año dispone de una máquina propia de resonancia de grandes prestaciones. Antes, el centro albergaba un equipo propiedad de un grupo sanitario de Valladolid, con contrato de colaboración con el centro gijonés. El pasado año, sin embargo, el Begoña dio una salto cualitativo con la adquisición de un equipo propio, dentro de la política que lleva adelante de actualización interna del hospital. Si primero esa actualización le llegó a los quirófanos y otras zonas, en 2016 llegó al área radiológica, con la renovación de sus equipos. Se trata de una resonancia de altas prestaciones, lo que garantiza la calidad de los estudios, al nivel de lo que ofrece la red sanitaria pública en Gijón. "Disponemos del mismo equipo que recientemente ha adquirido Cabueñes; incluso algunos de sus profesionales vinieron aquí a tener un primer contacto con la máquina que iba a incorporar Cabueñes", explicó Pablo Hernández Fernández-Canteli.