Tras dos días de espera a que las condiciones meteorológicas y la marea fueran las adecuadas, la nueva tolva ecológica que contribuirá a reducir la contaminación originada en El Musel, pudo ser descargada al mediodía de ayer en el Muelle Ingeniero Marcelino León, en el que será utilizada en la terminal de graneles sólidos del puerto gijonés, Ebhisa.

La llegada de la nueva estructura construida por Taller Mecánico Manuel Silva -la primera de su tipo de su tipo de la que se dota la principal terminal del puerto gijonés- supone un salto cualitativo para la empresa participada mayoritariamente por la Autoridad Portuaria de Gijón. Las operaciones de descarga de carbón o de mineral de hierro son uno de los momentos en los que se genera polución, por la polvareda que se origina al abrir la cuchara de las grúas para echar el material sobre las cintas de la terminal o a tierra. Eso no ocurrirá con la actividad que desarrolle la nueva grúa automóvil sobre raíles adquirida por Ebhisa, a la que se va a acoplar la tolva ecológica construida por Taller Mecánico Manuel Silva, que tiene una capacidad de aspiración de 84.000 metros cúbicos de aire por hora. Suficiente para atrapar en sus nueve filtros de mangas el 95% del polvo que se genera cuando la grúa descargue.

La tolva ecológica está diseñada para descargar entre 600 y 2.100 toneladas por hora de carbones siderúrgicos o térmicos de entre 0,825 y 0,95 toneladas por metro cúbico de densidad, y mineral de hierro de 2,15 a 2,45 toneladas por metro cúbico de densidad.

Con un peso de 450 toneladas y con la altura equivalente a un edificio de ocho plantas, había sido embarcada el pasado jueves en el Muelle de La Osa a bordo del "HHL Lagos", un barco autocargante que estaba aguardando en el muelle de Ebhisa desde el pasado viernes por la mañana a que se dieran las condiciones para poder descargar la estructura, lo que se hizo entre las doce menos veinte y la una menos cuarto de la tarde de ayer, coincidiendo con la pleamar. Esta última era una condición conveniente dado que tener la cubierta del buque a más altura sobre el muelle facilitaba que la pieza sorteara, durante la descarga, las cintas de Ebhisa, que están situadas a cinco metros de altura sobre el suelo.

Ebhisa ha invertido 3,3 millones de euros en la adquisición de la tolva. Una inversión que sumada a la de la nueva grúa automóvil de Konecranes-Gottwald asciende en total a 8,3 millones de euros. Este equipo reemplaza al pórtico desbaratado en un accidente en enero de 2016. Entre la segunda y tercera semana de febrero comenzarán a operar la nueva tolva y grúa, tras acoplarse entre sí y con los sistemas de Ebhisa. La grúa automóvil tiene una capacidad máxima de elevación de 63 toneladas, superior a las 50 de los pórticos, pero su alcance, de 30 metros, es menor.