Eran Javier Menéndez y Vitorino Cuetos para los que el fiscal pedía dos años de cárcel por los incidentes ocurridos durante la huelga general de cinco años antes, de diciembre de 1988. Hubo una concentración ante el juzgado (vemos una foto de los acusados dentro una sala abarrotada), y el juicio había quedado visto para sentencia. Por otro lado ese día había una concentración feminista frente al ambulatorio Puerta de la Villa, "como protesta de violaciones de mujeres en Bosnia".