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La actividad en la última factoría naval gijonesa

Armón, prácticamente descartado para construir los ferries de Naviera Armas

El astillero ya no considera prioritario los barcos de pasaje y se centra en la obra de un arrastrero y en la de un atunero, con opción a otro

La construcción de un ferry con opción a otros dos para Naviera Armas en el astillero Armón Gijón ha quedado prácticamente descartada por la decisión del armador canario de modificar el proyecto inicial y las desavenencias surgidas al respecto. El buque podría construirse finalmente en el astillero vigués Barreras, que hace años ya renovó la flota de ferries de Armas.

La decisión del armador canario aún no se ha formalizado, pero en Vigo dan por hecho el cierre del contrato el próximo mes mientras para el astillero gijonés, inmerso en la construcción de dos buques pesqueros de altura, ha dejado de considerarse prioritaria la contratación del ferry.

El contrato de Armón con Naviera Armas se daba prácticamente por hecho en mayo de 2016 hasta el punto de que posteriormente el astillero gijonés llegó a comprar a Arcelor chapa gruesa para el ferry y a tramitar ante el Ministerio de Medio Ambiente la autorización para el dragado de la zona de botadura y la prolongación de la grada, necesaria para albergar el que iba a ser el mayor barco construido en el astillero de El Natahoyo en toda su historia: Un barco de 182 metros de eslora, 28,4 metros de manga, con capacidad para transportar 1.800 pasajeros y 246 coches o 109 camiones; que iba a desarrollar una velocidad de 26 nudos en una ruta entre la Península Ibérica y las Islas Canarias. Un contrato que inicialmente se había pactado en 125 millones de euros.

Pese a lo avanzado de la negociación, el contrato no llegó a entrar en vigor. La naviera planteó entonces la modificación del proyecto para que el buque no sólo funcionara con fuel óleo, sino para que su sistema de propulsión fuera dual, incorporando el gas natural licuado como combustible.

A partir de ahí comenzó a torcerse el asunto. Por un lado, la modificación del proyecto para incorporar el gas natural como combustible obligaba a construir un buque de cerca de 200 metros de eslora, tamaño imposible para el astillero gijonés. Por otro, el armador aprovechó la situación para intentar renegociar a la baja el precontrato inicial, sin que al astillero le salieran las nuevas cuentas, explican las fuentes consultadas.

Así las cosas, en julio del año pasado Armón, después de haber aparcado la modificación del proyecto del barco para incluir los nuevos depósitos de combustible necesarios para que usara gas natural licuado, aún esperaba por la decisión del armador sobre la contratación del ferry con el proyecto inicial, con algunas mejoras en otros aspectos. La espera llevó incluso a posponer el inicio del arrastrero de altura para el armador islandés HB Grandi, que se preveía para el mes de septiembre y finalmente arrancó en noviembre.

El astillero gijonés optó por no esperar más por el ferry para asegurar la ejecución de los pesqueros de altura que ya tiene en vigor; el buque factoría para Islandia y un atunero de altura para un armador español, en este último caso con opción a la contratación de un segundo atunero gemelo.

Las perspectivas con los pesqueros eran más prometedoras que con los ferries, que Naviera Armas había comenzado a negociar también con el astillero Barreras, de Vigo, que hace años ya realizó una serie de barcos de carga rodada y pasaje para el armador canario. De hacerse finalmente en Vigo, el buque sería de cerca de 200 metros de eslora.

Fuentes de Armón señalaron ayer que el ferry ya "no es prioritario" y que de conseguir ese contrato tendría que posponerse el corte de chapa para el mismo. La parrilla de armamento para la elaboración de bloques va a tener plena ocupación en los próximos meses. Actualmente trabajan en el astillero unas 130 personas en la elaboración de chapa para el arrastrero islandés, el mayor barco de la etapa de Armón en el astillero de El Natahoyo, con un arqueo de 5.000 toneladas, 83 metros de eslora y 17 de manga. El mes que viene comenzará la elaboración de los bloques de chapa para el primero de la nueva serie de atuneros, de 95 metros de eslora por 15 de manga y 3.000 toneladas de arqueo.

Fuentes de Armón atribuyen el pinchazo del contrato con Armas a la adquisición de Transmediterránea por Armas, más que a la modificación del proyecto en sí o a la interposición de Barreras, que recientemente volvió a incorporar al directivo que en su día negoció la construcción de una serie de ferries para Armas y que tiene muy buena relación con el propietario de la naviera.

Los dos pesqueros de altura que ya tiene en vigor Armón Gijón garantizan ocupación en el astillero hasta el verano de 2019, fecha que podría extenderse si cuaja la contratación del segundo atunero para el mismo armador español. La chapa que había sido adquirida para el ferry podrá utilizarse sin problema en la construcción de estos barcos.

En cuanto a otro tipo de buques, los bajos precios del petróleo dificultan la contratación de buques de apoyo a plataformas petrolíferas (buques "off-shore"), parte de cuya flota se está reconvirtiendo para dar servicio a los parques de aerogeneradores marinos y aún así sobran un centenar largo. La caída de este segmento del mercado también está dificultando la contratación de pesqueros, tipo de buques que han vuelto a ofertar los astilleros noruegos después de años centrados en los "off shore".

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