A punto de iniciarse el mes de febrero algo comienza a revolverse en la mente de la gijonesa familia García Bravo. El próximo día 5 se cumplen ya tres años de la desaparición de su hija Yolanda, de 47 años de edad, profesora de filosofía que ese día por la tarde salió de casa de sus padres en Nuevo Gijón con la advertencia de que volvería en una hora. Nunca más han tenido noticias y, precisamente, "eso es lo más duro porque la tensión y las dudas son permanentes", asegura su padre, Marcos García Quintana.

Yolanda García Bravo, de 47 años, era profesora de filosofía y el 5 de febrero de 2015, un jueves, salió de casa de sus padres asegurando que iba a hacer un trabajo pendiente para sus alumnos. Pasaron las horas y los temores de sus padres se confirmaron: había desaparecido. Comenzaron las búsquedas, denunciaron los hechos a la policía pero nada dio resultado. Tres años después mantienen su angustia y "cada que sale un caso similar en televisión, mi mujer y yo lo revivimos todo; es muy duro para nosotros", apunta Marcos García, que no pierde pese a todo la esperanza. "Seguimos buscando, pendientes de si aparece porque esperanza siempre hay; pero yo a mi mujer la intento convencer de que se tiró al mar", explica.

Es por ello que, con frecuencia, va a lanzar ramos de flores al litoral aunque Marcos García lo hace "sin el convencimiento de que mi hija esté allí". Pese a todo, un año más, pretende que el nombre de su hija Yolanda se recuerde con motivo del aniversario de su desaparición y que se difunda su fotografía una vez más por surgiese cualquier opción que les ayudase a despejar todas las dudas.