Aceitunas, huevos cocidos, queso, tomate, fresas, uvas y hasta gominolas sirvieron ayer para que una veintena de niños de La Camocha se "disfrazaran" de cocineros por unas horas en un singular "Masterchef" organizado por la organización juvenil "Abierto Hasta el Amanecer". Se trata de la tercera edición de una cita que cada vez gana más adeptos, "de las más concurridas que celebramos", señalaba ayer Alba de Miguel, coordinadora del área de participación infantil juvenil de Abierto.

La mecánica del concurso fue sencilla: un minuto para elegir los ingredientes para un primer plato, para un segundo y para un postre, con elementos sencillos para montar platos en frío, toda vez que los niños "cocinaron" en los locales de la asociación de vecinos más para divertirse y aprender que con afán competitivo. De hecho, hubo premios para todos por su participación e interés.

No en vano todos los participantes siguen el concurso televisivo a pies juntillas. "Me encanta Masterchef junior, me gusta mucho ver cómo cocinan", indica Dafne Olivar antes de llenar su plato con panecillos y huevos duros. Como ella, Noara y Aitor Rey se afanaban en preparar su plato lo mejor posible porque "en casa me gusta hacerlo".

Malak Bouladi, de siete años, se confiesa una experta cocinera de "bizcochos y tortillas", mientras que Sergio Rielo, de cinco años, afirma que su comida favorita es el arroz, pero que "cocinar no sé mucho". Ayer tuvieron la oportunidad de aprender de forma lúdica, por parejas y con la creatividad como única exigencia.

"A los niños les encanta, cada año se apuntan más y ya vamos por la tercera edición en La Camocha", explica Alba de Miguel. En la sesión de ayer participaron una veintena de pequeños de diferentes edades, encantados con poder trastear con los alimentos porque "me gusta ver cómo se hace aunque la verdad es que en casa no ayudo mucho", asegura con media sonrisa Nel Llada. Al final, una merendola y un reparto de chucherías fueron el mejor premio. Con las manos en la masa.