El descenso de la obra pública y la crisis de la construcción ha llevado a que las canteras asturianas hayan visto mermada su producción y a que algunas se hayan planteado abrir nuevos mercados. Es lo que están haciendo cuatro canteras de Oviedo que ya han exportado hasta dos países del norte de Europa 100.000 toneladas de áridos en doce barcos, uno de ellos salido desde Avilés y los otros once desde El Musel. Su objetivo es crecer y consolidarse en esos países, con regiones deficitarias sobre todo en piedra caliza y donde este recurso se cotiza a mejores precios que en España.
Las cuatro canteras son La Belonga, Hermanos Coto, Caleros de Brañes y El Orgaleyo, que en 2014 se integraron en el consorcio North Spain Aggregates, constituido por iniciativa de la Asociación de Fabricantes de Áridos del Principado (Afapa) y Asturex (la sociedad regional de apoyo a la internacionalización empresarial) y por el Principado cuando el actual consejero de Industria, Isaac Pola, era director general de minería. En 2015 se produjo la primera venta, en un país comunitario.
En el consorcio sólo entraron cuatro de los 21 asociados de Afapa. Algunos de los socios, empresas de mayor tamaño, constructoras o fabricantes de cemento, no les interesa exportar sino que utilizan sus canteras para obtener áridos para su actividad principal. Otras tampoco dieron el paso al estar sus explotaciones muy alejadas de El Musel, lo que en la práctica hace inviable la exportación de un producto en el que los costes logísticos son fundamentales para que la exportación sea rentable.
Las expectativas para las cuatro canteras que se han integrado en el consorcio son altas, a largo plazo. Estas canteras tienen una capacidad para exportar hasta cuatro millones de toneladas anuales; dos millones de caliza y otro tanto de cuarcita. Un potencial que supera la producción de todas las canteras de Asturias en 2017, que fue de 2.975.000 toneladas. El mercado en Asturias no acaba de recuperarse, según explica el presidente de Afapa, Miguel Alonso Pérez, quien apunta que la asociación contaba que en 2017 comenzara la recuperación, algo que ocurrió a nivel nacional, con un incremento del 7,5% de las ventas, pero no así en Asturias, donde la producción cayó en un 3% respecto a los 3.068.000 toneladas de 2016.
Así las cosas, las 100.000 toneladas que desde 2015 ha exportado el consorcio al norte de Europa, son un paso para abrir nuevos mercados en varios sectores productivos. La caliza se usa para fabricar hormigones, asfaltos y morteros, pero también en la siderurgia, en la de fabricación de plástico y en la de papel, así como en la depuración de aguas y otros usos medioambientales.
La consolidación de las exportaciones por El Musel, consiguiendo contratos a largo plazo con los clientes, permitiría la solicitud por parte de North Spain Aggregates de una concesión permanente en el puerto gijonés, previsiblemente en el Muelle Norte de la ampliación por donde ya se realizan embarques de estos productos, así como de graneles sólidos de otros clientes portuarios, como el millón largo de toneladas de arenón (escoria siderúrgica) que cada año exporta Tudela Veguín por El Musel.
