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Un científico gijonés colabora en un estudio sobre la expansión del universo

Carlos Allende, del Instituto Astrofísico de Canarias, trabaja en el diseño de un supertelescopio que cartografiará el cielo durante cinco años

Carlos Allende, en el centro Niemeyer de Avilés. MARA VILLAMUZA

El astrofísico gijonés Carlos Allende Prieto anda enzarzado en la tarea de estudiar la expansión del universo. Una labor titánica que arrancará en el año 2019 pero en la que el cienfífico, que desarrolla su trabajo en el Instituto Astrofísico de Canarias, colabora desde el 2010. Ahora se pone en marcha la fase crítica del estudio: la construcción de la infraestructura necesaria para la instalación de DESI (siglas en inglés de Instrumento Espectroscópico para la Energía Oscura), a partir del telescopio Nicholas U. Mayall situado en el observatorio de Kitt Peak (Arizona).

Ese telescopio será desmontado para poner en marcha un instrumento que comenzará en 2109 una campaña de observación de cinco años. El objetivo, el de revelar cómo la energía oscura y la gravedad han competido a lo largo del tiempo, desde el origen del universo, para configurar cómo se agrupan las galaxias y la materia oscura a gran escala.

El nuevo aparato de observación es fruto de una colaboración internacional formada por más de cuatrocientos físicos y astrónomos coordinada desde el Lawrence Berkeley National Laboratory (LBNL, California), y en la que participa el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) con la colaboración de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Autónoma de Madrid, el Instituto de Física Teórica UAM-CSIC y el Instituto de Astrofísica de Canarias al que pertenece Carlos Allende. Ellos son los encargados del diseño y construcción de un prototipo para el desarrollo de los robots posicionadores de fibra óptica, capaces de alcanzar una precisión de una micra, un tamaño entre diez y veinte veces menor que el de una célula, con los que el aparato DESI escaneará un tercio del cielo para identificar la distancia de los objetos y la velocidad a la que se alejan de nosotros, lo que servirá para conocer en detalle los procesos de formación de la estructura del universo. Y así, durante cinco años.

El gijonés es licenciado y doctorado en Ciencias Físicas por la Universidad de La Laguna (Tenerife). Tras pasar por la Universidad de Texas (EE UU), donde realizó tres posdoctorados y obtuvo plaza de investigador durante diez años, permaneció otros dos en Londres. Desde entonces ha regresado a La Laguna y trabaja en el Instituto Astrofísico de Canarias.

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