La Coordinadora Ecologista de Asturias ha presentado alegaciones al proyecto del estudio de impacto ambiental de la planta de generación eléctrica con gases siderúrgicos que ArcelorMittal va a construir en la factoría gijonesa de Veriña y a la línea evacuación de electricidad a la subestación de Carrió. Entre otras cosas, los ecologistas reclaman al Principado que exija a Arcelor ampliar el estudio sobre contaminación atmosférica de la planta, a varios concejos del área central de Asturias e incluyendo las emisiones previstas de las partículas más dañinas, las PM 2,5 y el alcance de éstas.

La Coordinadora considera sorprendente “que el ámbito del estudio de impacto ambiental solo sea de los concejos de Gijón, Carreño y Villaviciosa” y se descarten otros que van a estar más próximos a la planta que este último, “como son los de Corvera, Llanera o Gozón”.

Los ecologistas consideran que Arcelor no está cumpliendo con la legislación que obliga a contemplar tres alternativas de ubicación para un proyecto para elegir la menos agresiva con el medio ambiente, sino que “la empresa propone un único emplazamiento cuando tiene varios miles de metros cuadrados en las dos factorías actuales, por lo que se debería buscar el más adecuado ambientalmente”.

Respecto a la contaminación atmosférica, la Coordinadora apunta que la instalación va a emitir gases de combustión, polvo y partículas sólidas, “que van a generar un aumento de los ya altos niveles de estos contaminantes en la atmósfera tal como vienen recogiendo las estaciones de control de la contaminación de la zona”.

Los ecologistas albergan dudas de que la futura instalación de Arcelor vaya a emitir menos contaminación que la térmica de Aboño cuando quema gases siderúrgicos, que es la salida que se les da en la actualidad. “Si el nuevo proceso va contaminar menos, como es que va aumentar los niveles de algunos contaminantes con una aportación de un 0,2% respecto al valor límite anual en el caso de las PM 10, un 1,5% en el caso del dióxido de nitrógeno y un 3% en el caso del dióxido de azufre”.

Además, la coordinadora reclama al Principado que exija a Arcelor el estudio de dispersión de las partículas más pequeñas y más peligrosas, las de menos de 2,5 micras las PM 2,5, que ya tienen notable presencia en estaciones afectadas por las actuales instalaciones de Arcelor como son la de Tremañes y Roces”.

Los ecologistas también consideran que la nueva planta excederá los límites establecidos para la contaminación acústica, en contra de lo previsto por la multinacional, causando molestias a los vecinos de la zona, ante lo que reclaman que se establezcan medidas correctoras para amortiguar el ruido.

Respecto a su impacto sobre las aguas, la Coordinadora pide aclarar de donde se va a extraer el agua necesaria para la refrigeración y qué se va a hacer, posteriormente a su uso, con la misma, en especial si se va a verter al río Pinzales y a qué temperatura.

También piden aminorar el impacto paisajístico de la chimenea prevista, de 80 metros de altura. Por último cuestionan que la evacuación de electricidad se prevea construyendo una línea de alta tensión de 5,24 kilómetros de longitud hasta la subestación eléctrica de Carrió, con alturas de torres entre los 18 y los 36 metros, que “en vez de pasar por la zona mas degradada del valle de Aboño va pasar por suelo no urbanizable, afectara al núcleo de Albandi y afectar a los jardines del Palacio de Bernardo de Quirós que está ubicado en Carrio”.