Los hosteleros de Gijón también se han puesto de uñas contra la decisión de programar el festival musical "Gijón Life". La Asociación de Hostelería y Turismo Otea ha hecho público su malestar por "el exceso de programación festiva en julio" cuando el compromiso municipal era precisamente el de tratar de desestacionalizar la llegada de visitantes con conciertos en otras épocas del año más flojas para el sector.

Y este sentido, las actuaciones previstas de Bunbury, El Barrio, Pablo Alborán o Dani Martín poco ayudan a ese objetivo, denuncian, en plena temporada estival y con otras citas festivas ya programadas como es el Festival del Arcu Atlánticu. "Reiteramos que la acumulación de eventos en el mismo mes, donde ya se desarrolla un gran número de actividades, no resulta beneficioso, sino más bien lo contrario", señalan los hosteleros.

Otea recuerda en este sentido que el año pasado llevó a cabo una encuesta entre sus asociados, tanto hosteleros como hoteleros, para conocer de forma precisa la incidencia en los negocios de las actividades festivas y culturales de julio en Gijón, con Metrópoli, la "Semana negra", el Arcu Atlánticu y el Oktober Fest en cartel. El resumen final fue que "para la mayor parte de los hosteleros de Gijón tanto programa no les genera más actividad, sino que les perjudica". De hecho, según los números que maneja Otea, "a un 67 por ciento de los establecimientos las actividades tan concentradas les resta clientes". Sólo 1,5 de cada diez negocios hosteleros de Gijón tiene más clientes por estas actividades. Y en lo que todos coincidían es en que la superposición de eventos era excesiva en el mes de julio, por lo que apostaban por buscar fechas en las que hubiera menos actividad.

Con todo ello, poner en marcha el "Gijón Life" en el mismo mes "perjudicará aún más al sector hostelero de Gijón", advierten, antes de denunciar que se ha incumplido el compromiso alcanzado con el Ayuntamiento para coordinar las actividades y orientarlas a fechas en las que no hubiera nada previsto. "Pedimos una explicación a Divertia", claman los hosteleros.

Foro por su parte ha querido defender la organización de este nuevo ciclo de conciertos tras las críticas recibidas en los últimos días desde todos los frentes políticos. El concejal de Festejos, Jesús Martínez Salvador, defiende que con la llegada del "Gijón Life" "nuestra ciudad se convierte en parada obligatoria de las principales giras de artistas nacionales". Y recuerda que "el Ayuntamiento de Gijón no tiene capacidad para decidir en qué mes del año actúan los artistas, que principalmente programan sus giras durante el verano". Lo que si se intenta, sostiene el edil, es que "Gijón sea la ciudad en la que actúen para recibir a esos miles de visitantes de fuera a la vez que se ofrece una programación variada y de calidad a los gijoneses".

Foro está convencido de que el "Gijón Life" no sólo "no contraprograma sino que enriquece la oferta veraniega completando la mejor programación estival del norte de España", afirma Jesús Martínez Salvador. En este sentido, y ante las críticas de los hosteleros, avanza que los conciertos se celebrarán entre las 22:00 horas y las 01:00 horas, "lo que generará ventas al sector hostelero antes y después de las actuaciones". El Consistorio estima que para cada una de las actuaciones se congreguen en la ciudad en torno a 3.000 personas de fuera de Gijón. Y con ello, indica la concejala Montserrat López, se aprovechará también para promocionar el Festival del Arcu Atlánticu entre las personas que lleguen de fuera.

Las entradas para ver a Bunbury costarán entre 45 y 55 euros; para Alborán, 32 euros, y para Dani Martín, 30 euros. Para El Barrio oscilarán entre 30 y 38 euros.