En San Lorenzo ayer hubo baño de salitre y de carbón. Una gran mancha negra, de tamaño similar a la que afloró también el pasado jueves junto al pedrero de la iglesia de San Pedro, cubrió parte del arenal gijonés, reabriendo el debate sobre su origen. Pocos se creen la relación entre la marea de carbón y un naufragio ocurrido hace 32 años, y muchos son los que lo atribuyen la mancha a la contaminación de la industria. Sin embargo, los geólogos del Observatorio de la playa, integrado entre otros por Germán Flor Blanco, aseguran que el carbón que arrastra de vez en cuando la mar procede de la tumba del "Castillo de Salas", el barco que embarrancó en 1986 en la costa gijonesa cargado con 100.000 toneladas de mineral.

La sombra de esta embarcación cubre desde entonces la playa de San Lorenzo siempre justo después de un temporal, como explicó el año pasado Germán Flor a raíz de una alarma similar. "Esas manchas de carbón son del 'Castillo de Salas'. Son tamaños de grano muy pequeño, y quedaron por debajo de la arena. Al haberse perdido sedimento con los temporales, las manchas de carbón vuelven a salir. Nosotros lo que hemos propuesto y se ha venido haciendo es no tocar ese carbón de la playa porque la maquinaria se lleva mucha arena sin querer. Así que lo mejor es dejarlo", indicó en abril de 2017 el geólogo.

Los expertos del Observatorio advierten que "es un tema con el que habrá que contar siempre". "La única manera de solucionarlo -dicen- sería un ciclonado de toda la arena de la playa y eliminar el carbón, pero sería algo costosísimo, imposible; seguramente elucubraciones". La explicación, sin embargo, no convence a todos, y hay quienes exigen conocer con precisión el origen del carbón. Es la segunda vez en una semana que el arenal amanece negro. La mancha se extendía ayer desde el pedrero de San Pedro hasta más allá de la escalera 2.