Hace unos días estallaba la noticia de la supuesta adicción de Beatriz Rico a las mal llamadas "pildoras milagrosas". La actriz gijonesa fue objeto de todo tipo de comentarios. Tanto que después de varias semanas ha decidido contestar a todo lo que se ha dicho sobre ella y sus declaracoines con una publicación en redes sociales. Ella misma cuenta lo vivido (y los insultos y amenazas que llegó a recibir por un comentario sacado de contexto).

"Hace dos semanas se desató el escándalo a raíz de unos tuits que publiqué a tenor de la obsesión por el culto al cuerpo y el uso de suplementos deportivos. De repente mi teléfono quemaba, me llamaron de todos los programas imaginables y lo desconecté. Estuve varios días sin contestar llamadas. Sabía que hoy día vivimos en la inmediatez, y en breve se olvidarían de mí. Yo no zanjo polémicas en platós ni doy explicaciones cuando siento que no es el momento. Me expreso en mis canales y cuando creo que tengo que hacerlo.

Es cierto que la creatina me hinchó muchísimo y lo pasé mal. Aumenté dos tallas, me sometí a una dieta salvaje que no hacía nada y llegué a pensar que quizá tenía problemas de tiroides. Lo único que pasaba era la normal hinchazón por la acumulación de agua que la creatina retiene en los músculos. Ése fue mi “infierno”. No una adicción como han dicho en algunos medios. Es cierto que escribí “es mi último día como adicta a la creatina”, igual que si estamos comiendo una chocolatina y decimos “es adictivo… estoy enganchada al cacao”. Si lo digo en una conversación coloquial se entiende perfectamente. Si lo escribo, se puede malinterpretar. Pero de ahí a los titulares que he visto, hablando del “infierno de mi adicción”, va un abismo. La prensa me ha hecho daño, pero más a mi familia y la gente que me quiere. Entiendo que la prensa digital está presionada porque tiene que publicar una noticia cada pocos minutos para no perder lectores / seguidores y tienen que sacar de donde no hay, pero hay algo que se llama respeto, sobre todo por una persona que jamás ha vendido nada ni se ha paseado por los platós.

Esto ha provocado reacciones muy agresivas por parte de personas, casi todos chicos amantes del gimnasio, que me insultaban por dar “mala fama a la creatina”. He llegado a recibir amenazas para que me retractara públicamente con el argumento de “estás perjudicando a un sector que de por sí tiene mala fama”. Si ellos toman algo que les sienta bien y lo creen inocuo, ¿por qué esa agresividad y esos insultos? No entendí tal estado de nervios. No daba crédito. No me retracto, sólo aclaro que la creatina no es adictiva, se vende en centros comerciales. Lo que es adictivo (y la mayoría de las personas así lo entendió) es lo que rodea la obsesión por la musculación y el deporte: se llama vigorexia. Algunos se pusieron muy nerviosos y ni se molestaban en leer, iban al ataque. Eso sí, todos sin foto de perfil ni nombre real. A mí la creatina me sentó muy mal, cierto que estaba tomando la cantidad adecuada para un hombre, no para mi peso, pero al ser algo inocuo no le di importancia. Mi abdomen, a causa del efecto de aumento que produce el agua en los músculos, era enorme. Y mis piernas también ensancharon, y las nalgas, y los brazos. Dos semanas después de dejar el producto, he vuelto a mi talla y a mi peso. Ahora sé que no soy la única que lo ha sufrido porque muchas conocidas y mujeres de mi red social me han hablado. No debo ser un caso aislado, ya que aparte de todas las personas que se han sentido identificadas y me han contado sus casos, basta con buscar en internet y hay miles de foros en los que la gente preocupada pregunta si la creatina engorda porque se ven con más volumen. Leí a una chica que hablaba de ganas de morir. Te puedes asustar al ver cómo tu cuerpo cambia y no te entra la ropa, la buena noticia es que en cuanto dejas de tomar el suplemento, todo eso se va porque no es más que agua.

Ayer, sin ir más lejos, estaba ensayando la coreografía de una nueva obra de teatro con mi amigo/jefe Jose, y hablando de esto me dijo “me di cuenta cuando te vi en la función de Villafranca, me dije que eso no era normal”. Supongo que quizá va en metabolismos, porque los chicos que me escribían tan enfadados aseguraban que a ellos no les había sucedido. Vale, ellos dan su testimonio y yo el mío. Pero lo normal es que, si con la creatina se crea un efecto de aumento del músculo, todo tu cuerpo aumente porque estamos hechos de músculos. Eso es pura lógica. En el momento en el que hice mis cábalas y vi dónde podía estar el problema, llamé a un amigo médico deportivo y me confirmó mis sospechas (esto será importante para todos los que me acusaban de hablar sin “tener ni idea”). Ojalá todo esto se compartiera y difundiera tantas veces como lo anterior, aunque no creo, ya que esto no desata polémica, sino que zanja. Y eso ya no interesa tanto. No me voy a retractar de todo lo que dije con anterioridad, es mi experiencia, la comparto y pido respeto. Es curioso que nos llevemos las manos a la cabeza con la Ley Mordaza pero luego la apliquemos entre nosotros, insultando y amenazando a quien expresa una opinión distinta a la nuestra. Y la prensa debería pensar antes de publicar barbaridades: te tiran a los pies de los caballos y ni lo piensan. Un twittero misterioso (de los de ni foto ni nombre, pero con su TL plagado de músculos y consejos) me llamó “retrasada mental”. En el caso de que lo fuera, no veo nada malo en ser “retrasada mental”, pero sí en intentar coartar la libertad de expresión de los demás, en agredir y amenazar amparado cobardemente tras el anonimato de un teclado. Afortunadamente lo que recibí mayormente fue apoyo y ejemplos mil de casos como el mío, incluso leí como algunos de vosotros contestabais a según qué prensa reprochando los ambiguos titulares.

GRACIAS. Y a los que os habéis comportado torpemente, ojalá esto os haga reflexionar. Nunca es tarde para abrir los ojos y empezar a hacer las cosas bien. Gracias por leerme, no sabéis lo importante que era para mí contar todo esto".