Una vaca de leche ha parido en una explotación de Carreño un "precioso" ternero de carne. Se trata de la primera cría fecundada in vitro por Asturbiotech, la única empresa privada dedicada en España a la producción de embriones para ganado bovino y perteneciente a la Cooperativa de Agricultores de Gijón. Sus "padres" en el laboratorio presentarán el sábado al animal, que nació hace más de una semana en una ganadería de la parroquia de Prendes a partir de una madre frisona. El ternero, sin embargo, es de la raza Asturiana de los Valles.

No será el único, puesto que la Cooperativa implantó otros seis embriones en vacas con problemas de fertilidad. Eso sí, no en todas resultó exitosa la operación. El laboratorio de Asturbiotech, que cuenta con un biólogo y una veterinaria, extrae los óvulos tanto en el matadero como de ejemplares vivos. Posteriormente, el proceso de fecundación se lleva a cabo en un espacio altamente higienizado, ya que son "extremadamente sensibles" tanto a la luz, como a los olores y los productos químicos.

La empresa gijonesa produce embriones in vitro después de la vitrificación -permite la conservación a temperatura ultrabaja- o congelados a través de una técnica novedosa, desarrollada por el área de Genética y Reproducción Animal del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida). Este método está "en proceso de protección legal mediante patente", señala su responsable, Enrique Gómez Piñeiro. El Serida ha transferido su tecnología a Asturbiotech, primera empresa privada del país que se dedica a la producción de embriones bovinos in vitro, para que pueda alcanzar una posición de dominio en el mercado español.

Pese a que se trata el primer ternero in vitro de la Cooperativa, este tipo de fecundación no es nueva en Asturias. El Serida, que se ocupó de la formación del personal del laboratorio gijonés, lo lleva practicando desde 1995 en sus rebaños del Centro de Biotecnología Animal de Deva -antes en Somió, donde nacieron los dos primeros terneros asturianos in vitro-. En este tiempo, parieron en sus instalaciones un total de 120 terneros in vitro con fines experimentales. El Serida aplicó en 2012 las técnicas de vitrificación para lograr crías comerciales en la ganadería Venturo, en Salas.