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Arcelor-Mittal estudia aumentar la producción y la plantilla en la acería de Veriña

La reestructuración laboral de la factoría de Gijón permitirá superar el millón de toneladas anuales de acero

Uno de los convertidores de la acería de Arcelor-Mittal en la factoría de Gijón.

Arcelor-Mittal está negociando con los sindicatos una reestructuración laboral en su factoría de Gijón que incluye una ampliación de diez trabajadores en la plantilla de la acería de Veriña, con la que pretende superar el millón de toneladas anuales de acero, frente a las 850.000 de la actualidad.

Así lo explican representantes sindicales, que recuerdan que la acería de Gijón es la que suministra el acero que se lamina en los trenes de productos largos, el de carril y el de alambrón. La dirección de Arcelor ha amenazado a los sindicatos con frenar inversiones previstas en las plantas asturianas si no se mejora la productividad en ambos talleres, que el año pasado sumaron unas pérdidas de 23 millones de euros. Pese a la advertencia y a esos resultados económicos, la multinacional planea potenciar la acería gijonesa, que surte a los talleres de largos.

Arcelor cuenta con dos acerías en Asturias. La mayor es la de Avilés, en la que se produce acero con la forma requerida para su laminación en los trenes de productos planos, como los de Avilés y el tren de chapa gruesa de Gijón. La acería de Gijón, de menor capacidad, produce acero con formas adecuadas para su transformación posterior en carriles o en alambrón. Actualmente en la acería gijonesa se produce con uno de sus dos convertidores. El aumento de plantilla es necesario para solapar la producción de ambos.

Reunión en Madrid

El aumento de productividad que exige la multinacional para atajar la sangría económica de los talleres de productos largos se va a abordar en una reunión convocada para el próximo miércoles en Madrid, en la que participarán representantes de las federaciones sindicales, además de los de las plantas asturianas y directivos de la multinacional.

Las pérdidas no se discuten, pero el origen de las mismas sí. Los sindicatos sostienen que se deben a cuestiones coyunturales, en concreto, a los problemas para poner en marcha las últimas inversiones efectuadas tanto en carril como en alambrón: la fabricación de raíles de 108 metros de longitud y la producción de alambrón de acero al plomo ("free cutting steel"). La "optimización" que plantea la multinacional será negociable para los sindicatos siempre que se apoye en el acuerdo marco, esto es, que las bajas que se produzcan se hagan mediante contrato relevo y no con salidas traumáticas, explican fuentes sindicales. Desde 2012 se han reducido 62 empleos en las instalaciones asturianas por ese sistema. En otros países europeos los ajustes de la multinacional se cifran en millares de empleos en el mismo periodo, agregan las mismas fuentes.

Respecto a las pequeñas pérdidas registradas el año pasado en el tren de chapa gruesa, los sindicatos lo atribuyen a una caída de los precios en el mercado, pero recuerdan que el año pasado Arcelor incrementó la producción de chapa gruesa.

Las negociaciones de Arcelor con los sindicatos sobre la factoría de Gijón no se limitan al área de productos largos ni a la chapa gruesa. Uno de los asuntos que llevan tiempo sobre la mesa y que están atascados es la negociación en torno a la propuesta de la multinacional para eliminar 16 puestos de trabajo en los hornos altos de Gijón. Una parte de esos puestos pasarían a estar ocupados por trabajadores de subcontratas, mientras que la tarea de otros se repartiría entre el resto de la plantilla con un aumento de funciones.

Inversiones

Respecto a cuáles son las inversiones que Arcelor podría paralizar en Asturias si los sindicatos no ceden en la negociación, las mismas fuentes señalan que la multinacional no lo ha especificado, pero que en la misma reunión en la que lanzó esa advertencia también informó del avance en el proyecto de las nuevas baterías de coque de Gijón, lo que indica que se va a hacer. Otras inversiones anunciadas son las medioambientales, mejoras en la acería de Avilés y una nueva central eléctrica en Veriña. Respecto a esta última, los sindicatos consideran que no entra en los planes de la multinacional paralizarla debido a que es "estratégica", como lo demuestra la construcción de centrales similares en otras factorías europeas del grupo. No obstante, ese último proyecto no está garantizado, no tanto por la negociación con los sindicatos como por las alegaciones ambientales presentadas contra la misma, entre otros, por EdP. La compañía eléctrica sostiene que Arcelor no ha justificado la necesidad desde el punto de vista de la demanda de una nueva central eléctrica y que su construcción incrementará los niveles de contaminación.

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