Es el primero que vemos en LA NUEVA ESPAÑA, luego hubo muchos más, porque el ciclomotor Vespino acababa de aparecer. Vemos que el precio era de 9.750 pesetas, "con Vespino se puede, y además es Vespa, sin matrícula, sin permiso de conducir y casi sin gasolina...". Fue junto con el coche Seat 600 un icono de la sociedad de finales de los sesenta y comienzos de los setenta. El vespino de la foto lo conducía un hombre, su esposa lo despedía a la puerta de casa.