El gerente de Lonja Gijón durante los últimos años, Simón Arrizado, fue destituido ayer por pérdida de confianza, tras el acuerdo que la semana pasada tomó por mayoría el consejo de administración de Lonja Gijón, sociedad cuyo principal accionista es la Autoridad Portuaria de Gijón.

La destitución de Arrizado por pérdida de confianza se produjo el mismo día en que acudió a declarar al juzgado de instrucción número 3 de Gijón por supuestas irregularidades en cuotas pesqueras. Otra trabajadora de Lonja Gijón también ha sido citada en la misma causa, si bien aún no acudió a declarar ante el magistrado.

Simón Arrizado llegó a la lonja gijonesa el 20 de abril de 2015, logrando importantes aumentos de facturación en la cancha del muelle de Rendiello. El asunto que le ha costado el cargo deriva de una investigación abierta en la Audiencia Nacional ajena a la rula gijonesa. En el marco de unas escuchas telefónicas por esa operación antidroga, se interceptaron varias conversaciones entre un pesquero portugués, de armadores gallegos, y responsables de la lonja gijonesa, en los que presuntamente se hablaba sobre subastar pescado supuestamente falseando la cantidad real del mismo.

La magistrada de la Audiencia Nacional que había ordenado las escuchas, abrió una pieza separada por el supuesto fraude en la pesca y la remitió a los juzgados de Gijón.

La decisión de Lonja Gijón de destituir al gerente no sólo no logró la unanimidad dentro del consejo de administración de la empresa, sino que también ha cosechado críticas desde el sector pesquero asturiano.

Fuentes del sector sostienen que es habitual en las lonjas modificar las capturas declaradas para evitar agotar rápidamente las cuotas, sin que eso afecte a lo que se tributa a Hacienda (a la vez que se bajan los kilos declarados, se modifica al alza el precio, con lo que la cantidad facturada es idéntica). Si en una lonja no aceptan esa práctica, los barcos grandes optan por descargar en otro puerto, agregan.