Juan Castaño Quirós, Juanele, el popular exfutbolista gijonés, abandonó ayer el Centro Penitenciario de Asturias tras cumplir el año de prisión que le impuso la Audiencia Provincial de Asturias por un delito de malos tratos cometido contra su expareja, Ana Belén Espinosa. El deportista, que ha disfrutado de permisos durante su reclusión, ha cumplido ya con la Justicia aunque mantiene abierto el litigio contra su expareja, que está procesada por denuncia falsa.

Los hechos por los que cumplía condena ocurrieron en julio de 2014. Juanele acudió a la peluquería de su expareja, con la que estuvo tres años de relación, y tras haber consumido alcohol. Allí sacó un bate de béisbol y la golpeó "en repetidas ocasiones" en la mano, la cabeza y la espalda. Una agresión por la que fue condenado por el juzgado de lo Penal número 2 de Gijón a cinco meses de privación de libertad, aunque permitiendo una posibilidad alternativa. Una pena que la Audiencia elevó a un año.

Ahora será ella, Ana Belén Espinosa, quien deba ser juzgada por la supuesta comisión de dos delitos, uno de denuncia falsa y otro de falso testimonio al asegurar que Juanele había quebrantado la orden de alejamiento, una acusación de la que el exfutbolista salió absuelto. A finales de año el Juzgado de Instrucción decretó la apertura de juicio oral en el que la acusación particular, ejercida por el letrado Guillermo Calvo, solicitará para ella una pena de dos años y dos meses de prisión.