Los voluntarios del albergue de Serín, gestionado por la fundación "Amigos del perro", recogió el año pasado 909 animales de la calle, lo que supone una media de dos al día en su primer año completo desde que se hicieron cargo de este complejo de titularidad municipal. La mayoría de estos animales, hasta 687, fueron perros mientras que también dieron cobijo a 215 gatos, a los que hay que sumar conejos y otras especies exóticas hasta completar la lista total. Gracias a la labor desempeñada por los trabajadores del centro lograron que 220 canes fuesen adoptados y 390 pudiesen volver con sus auténticos dueños mientras que en el caso de los gatos 83 fueron adoptados y 34 lograron reencontrarse con sus amos según recoge la memoria anual elaborada por la fundación.
El aspecto más negativo guarda relación con el fallecimiento de 36 perros y 59 gatos, muertes provocadas en la mayoría de casos por las condiciones en las que fueron recogidos por los voluntarios. Entre las causas más comunes están los atropellos o animales ya muy enfermos por falta de atenciones, maltratos o cachorros sin destetar. No obstante, también se incluyen en esos datos aquellos que murieron por edad.
La fundación "Amigos del perro" se hizo cargo de la gestión del albergue municipal en junio de 2016. Sus instalaciones tienen capacidad para 270 perros y 30 gatos y allí los voluntarios trabajan a destajo. La ocupación media diaria el pasado año fue del 77 por ciento en cuanto a los canes -supone unos 198 perros alojados allí al día- y del 180 por ciento en lo que respecta al área felina, lo que supone unos 43 gatos cada día de media. Pese a que en 2016 sólo gestionaron el complejo animal durante seis meses, en este 2017 los voluntarios ya han percibido un repunte en el número de animales de los que se han tenido que hacer cargo al ser interceptados solos en la vía pública.
Pero además de la recogida y protección de animales, desde la fundación han continuado realizando otra serie de actividades enfocadas siempre "a mejorar la situación de los animales en la sociedad y de poner en valor a los animales abandonados como un apoyo social más del que se dispone", sostienen fuentes del albergue. Charlas informativas, congresos y desfiles para lograr la adopción de animales son aspectos claves en la misión de esta fundación asturiana. También desarrollan actividades de terapia asistida con animales, como la que se desarrolla en el Centro Penitenciario de Asturias -donde residen tres perros abandonados colaborando a la recuperación de algunos internos del penal asturiano-, sin olvidar el trabajo tanto con Cruz Roja o la asociación Mar de Niebla, entre otras o la utilización de perros mestizos en terapias para personas con problemas de adaptación, psíquicos, etcétera. El objetivo ahora es seguir trabajando para que "las administraciones den un paso al frente y que no seamos las protectoras las que tengamos que estar siempre pendientes de unas cuestiones que deberían ser un servicio público, tanto en su prevención como en su desarrollo", demandan. Mientras, seguirán por su cuenta "con nuevas iniciativas que repercutan en el bienestar animal".
Otra de las labores desempeñadas a lo largo del año guarda relación con los gatos salvajes de la ciudad y las colonias felinas. "En estos casos se aplica el protocolo CES (capturar, esterilizar y soltar) que es no solo lo que indica la normativa, si no el único protocolo ético para ayudar a los gatos salvajes que viven en grupos en ciudades y otros centros de población", valoran desde "Amigos del perro". En total en este campo se han finalizado cuatro colonias felinas y se estaba trabajando a finales del 2017 en otras dos colonias más.
